El aumento de los señalamientos y asesinatos contra líderes, lideresas sociales y excombatientes, los feminicidios, la violencia intrafamiliar, el crecimiento de la pobreza y la violencia cotidiana, advierten que la paz es todavía esquiva en muchas regiones del territorio nacional.
Ante este panorama, es claro que los desafíos en materia de construcción de paz en Colombia son innumerables y aunque son muchos los esfuerzos que diariamente se realizan para superarlos, aún queda camino por recorrer.
Precisamente, con el propósito de visibilizar el compromiso de miles de personas que trabajan en la consolidación de la paz y de iniciativas que dignifiquen la vida, entre el 6 y el 13 de septiembre se llevará a cabo la “Semana por la Paz”, un proceso ciudadano, comunitario y democrático donde participa la ciudadanía, empresarios, medios de comunicación y demás actores sociales.
La concertación de la violencia en algunas regiones de Colombia se debe a la escasa presencia del estado, la pobreza y proliferación de actores armados ilegales que se disputan las economías ilícitas, la paz se construye todos los días, con nuestras acciones, desde nuestros hogares, con las personas a nuestro alrededor, tomando un rol protagónico, en la construcción de una cultura por la paz, demostrando que podemos cambiar y tenemos que empezar por nosotros mismos contribuyendo así a la sociedad.
Porque la palabra paz no sólo debe ser un sinónimo de referencia en cuanto al conflicto armado que azota nuestro país en guerras regionales, sino que debe entenderse como la construcción de sociedades justas capacitadas para saber solucionar conflictos dentro y fuera del entorno en el cual se encuentren los seres humanos, la prolongación del conflicto armado que se vive en Colombia se debe a la conformación del Estado y en consecuencia la incapacidad de llegar a diálogos donde se permita una participación de la ciudadanía , garantizando así los derechos de los ciudadanos y como precariedad hacer prevalecer lo público sobre los intereses particulares.
También es posible considerar que el Estado colombiano ha vivido momentos de transición pese a la cantidad de conflictos que se ha vivido dejando así secuelas como signos de guerra durante los territorios a nivel nacional. Estas secuelas han dejado inconvenientes en los cuales los habitantes no acuden a diálogos, puede ser por resentimientos personales; empeorando los conflictos sociales y los avanzas sociales en algunas zonas como en el caso de nuestro departamento, entre otras por mencionar los conflictos de convivencia dentro de un territorio creando pánico y en otras ocasiones dejando innumerables víctimas.
La extensa trama que genera hablar de paz hoy en día se debe a múltiples factores que favorecen o desfavorecen para pensar que quizás en Colombia pueda haber paz , sobre todo por los factores de tipo económico, político, cultural, religioso actualmente ya no se goza con privilegios que quizás en algún tiempo se podría considerar cómodos para convivir en un país como el nuestro, eso generando estrés e inseguridad en todos los lugares del territorio, tengamos en cuenta que hablar de paz en Colombia es pensar en todas las situaciones personales y sociales en la que se vive.
Deberíamos tomar conciencia. Que no todos podemos gozar con oportunidades que otros, desafortunadamente la educación no es posible en otros territorios; sin más la educación debe ser desde nuestros hogares con nuestros jóvenes y niños donde se enseña que la mejor forma para solucionar de conflicto es el diálogo, donde se puede enseñar a nuestros hijos los valores de convivencia ciudadana, siendo así quizás en un futuro podremos no hablar de paz, sino más bien tener un lugar de paz en nuestro país.
Por: Camila León Coral.
