Tal como lo habían pronosticado las autoridades meteorológicas de nuestro país, el invierno en el departamento de Nariño, lejos de disminuir por el contrario sigue aumentando en intensidad y si nos atenemos a lo que dice el Ideam, en esta segunda quincena de noviembre vamos a tener agua en cantidades.
Por lo tanto, la recomendación es no bajar la guardia ante el invierno y mucho menos, cuando ya sabemos que su poder mortal y destructivo ya nos tocó, con la tragedia que se presentó en el sector de Mallama que le costó la vida 17 personas.
Esa demostración de la furia de la naturaleza que representada en un deslizamiento de toneladas de tierra que se precipitó sobre unas viviendas, de manera obligada nos tienen que mantener en permanente alerta. Fue un hecho doloroso, imprevisto, como lo son casi todas las tragedias que tienen que ver con el invierno, que hasta el momento aparece como la más grande que se ha registrado en el presente año en Colombia y que nos muestra que lamentablemente la improvisación sigue haciendo de las suyas en nuestro medio y ¡a qué costo!, con construcciones situadas en zonas de alto riesgo, sin que nadie diga ni advierta nada.
«La recomendación es no bajar la guardia ante el invierno y mucho menos cuando ya sabemos que su poder mortal y destructivo ya nos tocó con la tragedia que se presentó en el sector de Mallama, que le costó la vida 17 personas».
Lo cierto es que en las últimas horas, el invierno se ha hecho más duro y es así como ayer amanecimos con varias vías cerradas en nuestro departamento, incluida la del sector donde se produjo hace algunos días el lamentable deslizamiento y también con inundaciones en el sector de El Encano, zona rural de Pasto.
Entonces, nos parece que la naturaleza nos sigue haciendo advertencias, a las cuales debemos prestar la mayor atención para evitar que esas historias de destrucción y muerte se sigan presentando en nuestro medio.
En este orden de ideas consideramos que es una perentoria obligación de los alcaldes de todos nuestros municipios, el de, en estos momentos, darle prioridad a la problemática del invierno.
Es una advertencia que hacemos, si tenemos en cuenta que lamentablemente la mayoría de los mandatarios municipales no suelen darle la importancia que se requiere al tema invernal.
Pero ahora, luego de lo que pasó en Mallama, creemos que los diferentes alcaldes han comprendido que no es el momento para descuidos ni omisiones, las cuales en momento dado, pueden causar muchos dolores.
En ese sentido, los alcaldes deben asumir con la mayor responsabilidad, las jornadas de prevención para proteger la vida de sus comunidades y ese énfasis se debe hacer en las regiones donde históricamente se ha demostrado que existen los mayores riesgos, como son los sectores de la costa pacífica.
Lo cierto es que este fin de semana que acabamos de tener, donde el agua fue el común denominador, nos debe mover a cada uno de nosotros a enarbolar las banderas de la prevención.
Es de esperar, entonces, que ante la nefasta experiencia que acabamos de tener, en cada uno de nuestros municipios no se escatimen esfuerzos para enfrentar como debe ser los peligros que conlleva esta temporada invernal.
Nos imaginamos que todos los comités locales de emergencias se encuentran activados y listos para actuar, en caso de que haya lugar en estos días en los que el Ideam afirma que el invierno todavía no se detendrá a atender los consabidos episodios de inundaciones o deslizamientos que en nuestro departamento de Nariño se han convertido en un peligro latente.
Dicen por ahí que guerra avisada no mata soldado, por lo que tenemos la total esperanza de que gracias al trabajo de nuestras autoridades no vamos a tener que lamentar hechos como el que mató a 17 personas en Mallama. Ello no debe volver a pasar.