Por estos días nos ha llamado la atención una problemática que desde tiempo atrás se viene presentando en el norte de Pasto a consecuencia de un enfrentamiento entre la comunidad y los propietarios de establecimientos comerciales, en una situación que tiene mucho que ver con la convivencia y la tolerancia.
Como todos lo sabemos y, seguramente no lo olvidaremos en mucho tiempo, aquí en nuestra capital nariñense, en el Departamento, en el país y el mundo, acabamos de atravesar por una de las situaciones de mayor gravedad en nuestra historia reciente a consecuencia de la pandemia de la Covid-19.
Nos estamos refiriendo a una emergencia sanitaria sin precedentes, la cual paralizó la mayoría de las actividades por lo cual millones de personas perdieron su trabajo.
Ahora, más de dos años después, cuando el virus ha cedido, empezamos a vivir una muy necesaria etapa de reactivación económica y laboral, la cual se constituye en una verdadera bendición, luego de la catástrofe que provocó la pandemia.
«Nos ha llamado la atención una problemática que desde tiempo atrás se viene presentando en el norte de Pasto a consecuencia de un enfrentamiento entre la comunidad y los propietarios de establecimientos comerciales, en una situación que tiene mucho que ver con la convivencia y la tolerancia».
Por lo tanto y, en ese orden de ideas, volviendo al tema que nos atañe hoy, consideramos que la pelea entre la comunidad y los propietarios de establecimientos comerciales, que tiene como escenario el norte de Pasto, que comprende a los moradores y comerciantes de los barrios, Palermo, Versalles, La Riviera, Castilla y Morasurco, tiene que tener una solución en que estén presentes la convivencia y la tolerancia.
El enfrentamiento se ha suscitado a consecuencia del funcionamiento de discotecas, bares, gastrobares y restaurantes, lo que de acuerdo con las quejas de quienes residen en los mencionados sectores es la causa para que la gente no pueda conciliar el sueño. Lo que en ese sentido, afirma el presidente de la Junta de Acción Comunal de los barrios del norte de la capital nariñense, el señor Andrés Sarralde es que el fuerte ruido y vibraciones que en horas de la noche se genera desde esos establecimientos se constituye en un impacto negativo en detrimento de miles de personas.
Como se puede ver se trata de una situación en la que las dos partes en contienda, tienen bases sólidas para defender sus tesis. Por un lado, está la comunidad, que aceptamos tiene todo el derecho para poder disfrutar de la tranquilidad y el descanso en las horas de la noche y por el otro, los comerciantes, quienes luego de la terrible prueba que debieron afrontar, están tratando de recuperarse y salir adelante.
Por lo tanto, nos enfrentamos a un problema que debe tratarse y solucionarse, con manos de seda por parte de la administración municipal, en cabeza del Alcalde de Pasto, Germán Chamorro de La Rosa, en el que nosotros consideramos que el dialogo debe ser fundamental para llegar a un acuerdo satisfactorio.
Lo que se debe hacer con urgencia manifiesta es una reunión entre la Alcaldía, la comunidad y los comerciantes, para establecer unos compromisos de convivencia.
En ese sentido, nosotros nos mostramos de acuerdo con la petición que hace el líder comunal de esos sectores, Andrés Sarralde, para que la Secretaría de Desarrollo Económico, teniendo en cuenta la delicada crisis por la que atravesar los comerciantes, ponga en marcha un programa de ayuda a los empresarios, para que puedan intervenir los locales, para que los mismos puedan ser insonorizados, lo que acabaría de una vez por todas con el problema.
Lo ideal, insistimos es una solución concertada, puesto que estamos hablando de vecinos, entre quienes debe reinar, la armonía, la paz, la sana convivencia y el bienestar, por lo que esperamos que esta historia tenga un final feliz.

