Por: Angie Carolina Eraso Jaramillo
En el país donde Macondo se vio nacer, los sucesos borran el amarillo y se tiñen de morado las cifras, mientras la sangre corre con insistencia.
En Colombia y particularmente en Nariño, no cesan los actos aberrantes, por eso hoy, me permito recordar que en Sandoná (N), el 7 de marzo de 2022 (paradójicamente un día antes de conmemorar el día internacional de la mujer), Javier Fernando Mora -hoy, precandidato al Concejo de Pasto con banderas de cambio, trabajo y mejoramiento ciudadano-, acabó con la vida de su esposa, propinándole 34 puñaladas. Para mayo de 2023 -un año después del hecho-, obtuvo medida de reclusión en establecimiento carcelario por su presunta comisión de feminicidio agravado, a la espera de sentencia y rechazando pese al material probatorio, los cargos que le fueron imputados. ¡Que caiga todo el peso de la justicia, pues si bien eso no repara el daño, da escarmiento a su victimario!
«Somos mujeres por suerte o infortunio (considerando el tiempo y el espacio). Deseamos fervientemente sentirnos en igualdad de condiciones, sin mofas, sin violencia, sin vergüenza, sin patriarcado recalcitrante».
Pienso entonces que, somos mujeres porque luchamos por ello, aunque día a día tenemos que someternos a las concepciones desgraciadas disfrazadas de conductas regulares normalizadas. Somos mujeres por suerte o infortunio (considerando el tiempo y el espacio). Deseamos fervientemente sentirnos en igualdad de condiciones, sin mofas, sin violencia, sin vergüenza, sin patriarcado recalcitrante.
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Mujeres, es decir, personas, bajo el mismo concepto que pregonan las constituciones, entonces ¿por qué aún somos víctimas de celotipia desmedida? ¿Por qué tenemos que rasgarnos las vestiduras, ponernos de rodillas, escondernos bajo la cama, bajo la mesa o cambiar de sitios o vida, por el ego de algún hombre, mientras sostenemos con fuerza la esperanza de volver a ver un nuevo día?
¿Por qué no podemos despojarnos del miedo? ¿Cuándo nos será otorgada la oportunidad de una vida libre de violencia y discriminación?
<<Duelen mis congéneres, no quiero que seamos un número más en la lista de los feminicidios; por eso, no hay pronunciamiento vano si dice lo que ellas ya no podrán>>