Ismael Botina popular maestro Buchón, quiere en esta ocasión hacerle un sentido homenaje a su bicicleta Monark, modelo 1945, siendo una de las primeras que se elaboraron en la fábrica Monark de Cali, que distribuía para todo el país. En nuestros campos se la bautizó como el “caballito de acero”. Este homenaje se hace a propósito de haberse celebrado el pasado 3 de junio el “Dia Mundial de la Bicicleta”.
La ‘bici’ del maestro Buchón, ya cumplió 80 años, y aún se mantiene al pelo, esto nos lleva a reflexionar sobre la vejez. ¿Cuándo una cosa o persona se la considera vieja?
Las primeras bicicletas eran de palo movidas por el arrastre de los pies; pero, es 1861 en Alemania cuando un sastre llamado Ernest Michaux, se le ocurre ponerle pedales a la llanta delantera. Este es el comienzo. Luego vine el invento de la cadena que traslada la fuerza de los pedales a la llanta trasera, y desde ahí la revolución de este medio de transporte.
A Nariño ingresan las primeras bicicletas, por el puerto de Barbacoas, hechas en marco de acero, farola de dinamo, flauta, parrilla, guardabarros, espejos, que pesaban más de treinta kilos. Estas reliquias se exhiben cada año en el desfile de la familia Castañeda. Hay datos que la primera llegó a Yacuanquer, por allá en el año 1890, siendo una novedad y el dueño la alquilaba para darse vueltas y por la fotografía junto a la bicicleta. Más tarde, fue en la ciudad de Cali, donde se montó la primera ensambladora de la marca Monark y se convirtió en la distribuidora nacional. En Pasto, el pionero fue el empresario Ignacio Montenegro quien monta su taller y venta, llamado “El Rin” sobre la calle angosta.
Más tarde, la bicicleta se popularizó por todo Nariño, especialmente en los municipios de Guachucal, Cumbal y Túquerres, donde se convirtió en una herramienta para los campesinos que la utilizaron para transportar pesadas cantinas de leche que se produce por esa zona. De allí salieron los primeros ciclistas deportivos, que demostraron fuerza en las subidas, cuando de competencias se trataba.
Hoy por hoy la bicicleta toma fuerza en todas las ciudades, por tratarse de un transporte no contaminante y que genera salud para quien la usa. Montar en bicicleta no solo es hacer ejercicio físico, sino un descanso mental en cada pedalazo.
Gracias a los últimos alcaldes que hemos tenido en Pasto, iniciando por Antonio Navarro se comenzaron a trazar ciclo-rutas, por donde los ciclistas podemos transitar sin mayores inconvenientes, aun cuando hace falta mayor cultura ciudadana para que los conductores de vehículos respeten los ciclistas. Pasto cuenta con más de diez kilómetros de ruta. La carrera 27 es la mejor muestra.
Con la ciclovía dominical la ciudad se convierte en un verdadero carnaval de vida, al ver a toda la familia echando pedal, desde el abuelo hasta el nieto.
La bicicleta es un regalo sostenible para el medio ambiente.
POR: MANUEL ERASO

