El poderoso tifón Ragasa azotó este viernes varias regiones de Asia, dejando a su paso intensas lluvias, vientos huracanados y severas inundaciones. Las zonas más afectadas incluyen la costa sur de China, amplias áreas de Taiwán y el norte de Filipinas, donde miles de personas fueron evacuadas como medida preventiva.
Impacto en China y Taiwán
En la costa sur de China, las autoridades reportaron ráfagas superiores a 180 km/h, provocando cortes de electricidad y el cierre de puertos y aeropuertos. Las ciudades costeras enfrentan olas de más de seis metros, mientras los equipos de emergencia trabajan para reforzar diques y evacuar a las comunidades más vulnerables.
En Taiwán, el tifón provocó deslizamientos de tierra en zonas montañosas y la suspensión de transporte público. Las escuelas y oficinas permanecen cerradas para evitar accidentes, mientras los residentes se abastecen de agua y alimentos ante posibles cortes prolongados de servicios básicos.
Filipinas en estado de alerta
El norte de Filipinas sufre inundaciones en provincias como Luzón, donde las lluvias no cesan desde la madrugada. El gobierno declaró alerta roja y desplegó a la Guardia Costera para rescatar a familias atrapadas en zonas rurales. Las autoridades advierten que el tifón podría generar marejadas ciclónicas en las próximas horas.
Medidas de emergencia
Los tres países afectados activaron planes de evacuación y habilitaron refugios temporales. Expertos meteorológicos prevén que Ragasa pierda fuerza en los próximos días, pero alertan sobre el riesgo de nuevas lluvias torrenciales y desbordamientos de ríos.
Prevención y recomendaciones
Los gobiernos locales recomiendan a la población no salir de sus hogares, mantenerse informada a través de los canales oficiales y preparar suministros de emergencia. Asimismo, piden evitar las carreteras inundadas y respetar las órdenes de evacuación.