Durante la Semana Santa, millones de personas en todo el mundo reflexionan sobre el sacrificio de Jesús y el llamado al arrepentimiento. Es un tiempo que invita a mirar hacia adentro (pecados) y preguntarse: ¿qué es lo que realmente nos aleja de Dios? La Biblia ofrece respuestas claras, y algunas de ellas son más contundentes de lo que muchos imaginan.
A lo largo de las Escrituras, se mencionan pecados que no solo afectan a la persona que los comete, sino que también dañan a los demás y rompen la relación con Dios de forma profunda. Estos son algunos de los más graves según el texto bíblico.
Blasfemia contra el Espíritu Santo
Jesús fue tajante: este es el único pecado que no tiene perdón. En Mateo 12:31-32, explica que rechazar deliberadamente la obra del Espíritu Santo —es decir, atribuir el bien de Dios al mal— cierra la puerta al arrepentimiento y, por tanto, al perdón.
Injusticia y opresión
Dios se muestra especialmente severo con quienes abusan del poder y oprimen al débil. Libros como Isaías y Amós denuncian con fuerza la corrupción, la desigualdad y el olvido de los pobres. No es solo un pecado individual, sino colectivo y estructural.
Asesinato
Desde Génesis con la historia de Caín y Abel, hasta los Diez Mandamientos (Éxodo 20:13), quitar la vida de otro es presentado como una de las ofensas más graves. La vida humana tiene un valor sagrado.
Adulterio y pecados sexuales
La Biblia no ignora la importancia del cuerpo y de la fidelidad. El adulterio —romper el pacto matrimonial— y otros pecados sexuales se ven como transgresiones tanto del cuerpo como del alma. 1 Corintios 6:18 dice que estos pecados dañan profundamente al propio ser.
Idolatría
Poner cualquier cosa —dinero, poder, imagen, placer— por encima de Dios es un pecado que aparece desde los primeros mandamientos. La idolatría, según Éxodo 20, distorsiona el corazón humano y lleva a alejarse del camino divino.
Mentira y falso testimonio
La Biblia no solo condena la mentira común, sino especialmente aquella que daña a otros, como el falso testimonio. En Proverbios 6, Dios aborrece «la lengua mentirosa» y «el testigo falso que dice mentiras».
Orgullo
Pocas actitudes tienen tantas advertencias como el orgullo. Proverbios 16:18 dice: «Antes del quebranto es la soberbia». El orgullo fue la caída de Satanás, y sigue siendo una raíz de muchos otros pecados.
¿Y los siete pecados capitales?
Aunque son conocidos en la tradición cristiana —soberbia, avaricia, lujuria, ira, gula, envidia y pereza—, no aparecen como una lista específica en la Biblia. Sin embargo, cada uno tiene fundamento en las Escrituras