En el barrio Nueva Aranda, un proyecto inspirador está tomando forma, transformando las paredes grises en lienzos vibrantes que narran la historia y el espíritu de la comunidad.
En un esfuerzo conjunto entre artistas locales y residentes comprometidos, este proyecto de arte urbano busca revitalizar los espacios públicos y promover un sentido de identidad arraigada en la historia y la cultura del barrio. Desde callejones olvidados hasta plazas centrales, cada rincón se convierte en una expresión de creatividad y arraigo comunitario.
Compromiso
Los murales, que brotan con colores vivos y diseños cautivadores, no solo embellecen las fachadas de edificios antiguos, sino que también cuentan historias de lucha, resiliencia y celebración. Desde figuras emblemáticas de la historia local hasta escenas cotidianas que reflejan la vida de los residentes, cada obra de arte es un tributo a la diversidad y la vitalidad del barrio.
Lo más notable es la participación activa de los barristas del Deportivo Pasto, quienes han dedicado su tiempo y talento para contribuir a esta iniciativa. Diego Jiménez, uno de los líderes barristas, expresó su entusiasmo y compromiso con la causa: Ā«Para nosotros, esto va más allá del fútbol. Es sobre ser parte de algo más grande, sobre dejar una marca positiva en nuestra comunidadĀ».
Con cada pincelada, el paisaje urbano se transforma en un lienzo colectivo que refleja la diversidad, la creatividad y el sentido de pertenencia de aquellos que llaman hogar a Nueva Aranda. Más allá de simplemente decorar las calles, este proyecto de arte urbano está tejiendo lazos más fuertes entre vecinos y generando un orgullo compartido por el lugar que llaman suyo.
