Hablar de fútbol en Colombia, es hablar de una de las pasiones más importantes de este territorio, pero al escuchar aquella palabra lo que viene a la mente de los colombianos, es la selección del país por supuesto, y grandes equipos como Atlético Nacional, Millonarios Futbol Club, Club Deportes Tolima, entre otros, pero enmarcados en un solo género, el masculino, que, si bien ha dejado grandes logros, no es el único que existe.
Antes de ayer la Selección Colombia femenina lograba imponerse ante los demás equipos del grupo B, en la Copa Mundial Femenina sub 20, siendo la primera en la lista de los 4 equipos de su grupo, tras empatar junto a Nueva Zelanda dos por dos, un importante logro para todo el país. Este conjunto deportivo que viene dejando en alto el nombre de Colombia merece espacios igualitarios en medio de esta disciplina.
Para nadie es un secreto que existen unas brechas enormes en el futbol profesional masculino y femenino en el país, esto es evidente en el número de participantes en los torneos profesionales, en el masculino que inicio en el 1948, desde el año 2015 el número de equipos se ha mantenido constante en 20, por el contrario, en el femenino que inicio en el año 2017 el número de conjuntos ha variado considerablemente, 18, 23, 20, 13, 11 y 17 lo que demuestra la poca constancia y apoyo a los equipos.
Son 69 años de diferencia que le lleva el futbol masculino al femenino, quizá por falta de un órgano rector que permitiera o le diera origen al futbol femenino, o quizá por estereotipos antiguos que creían esta disciplina era un deporte solo para hombres, cosa que muchos creen hasta la actualidad, o quizá por la falta de apoyo económico a los pocos equipos de mujeres, situaciones que no son tan diferentes en el presente, con tan solo 5 años de vida los conjuntos colombianos femeninos han hecho historia y no solo en los campeonatos que le han dado apertura a un nuevo espacio para las mujeres, el fútbol.
Es por ello que como colombianos y colombianas debemos procurar espacios de igualdad en este deporte, los conjuntos femeninos profesionales y no profesionales merecen tener las mismas condiciones que los masculinos, desde estadios llenos, hasta igualitarios salarios y patrocinadores, es momento de otorgarle el lugar adecuado al futbol femenino y no por un capricho sino porque en realidad se lo han ganado con el poco apoyo que los equipos colombianos femeninos han recibido.
Garanticemos apoyo, respeto e igualdad al futbol femenino.
Por: Christian Benítez Ramírez

