Una nueva amenaza sanitaria comenzó a llamar la atención en Estados Unidos después de que científicos identificaran una enfermedad transmitida por garrapatas que ya ha causado la muerte de varios perros en distintas regiones del país. El hallazgo ha generado preocupación debido a que la bacteria responsable pertenece a una familia conocida por infectar también a humanos, lo que abre la puerta a un posible riesgo zoonótico.
Una bacteria recién identificada y potencialmente peligrosa
La enfermedad fue detectada en perros que desarrollaron cuadros severos en poco tiempo, lo que dificultó su tratamiento veterinario. Los investigadores explican que la bacteria responsable es nueva para la comunidad científica, aunque comparte características con otras especies capaces de afectar a las personas.
Este hallazgo ha impulsado a los laboratorios y a las agencias de salud a intensificar la vigilancia epidemiológica, especialmente en las zonas donde se han registrado los primeros casos. La prioridad es determinar la velocidad de transmisión, su distribución geográfica y si existe la posibilidad real de que llegue a afectar a humanos.
El papel de las garrapatas en la expansión del patógeno
Las garrapatas son vectores conocidos por transmitir diversas enfermedades tanto a animales como a personas. Por eso, la identificación de una nueva bacteria en este tipo de parásitos enciende alertas automáticas.
A medida que el clima se vuelve más cálido y prolongado, su presencia se expande a regiones donde antes no sobrevivían, aumentando el riesgo de contagio. Este contexto favorece la propagación de patógenos emergentes, como el que ahora investigan los científicos.
Preocupación veterinaria: perros afectados y síntomas agresivos
Los veterinarios que han tratado los primeros casos reportan que los perros presentaron síntomas intensos y de rápida evolución, lo que dificultó su recuperación. Esto ha llevado a recomendar una mayor atención durante los paseos, así como revisiones frecuentes del pelaje y el uso constante de productos antiparasitarios aprobados.
La temprana identificación de la enfermedad es clave para evitar complicaciones graves, especialmente en zonas con alta presencia de garrapatas.
¿Existe riesgo para los humanos?
Hasta el momento, no se han confirmado contagios en personas. Sin embargo, dado que la bacteria pertenece a una familia conocida por afectar tanto a animales como a humanos, los científicos mantienen una postura de vigilancia activa.
El objetivo es adelantarse a cualquier posible salto de especie y comprender a fondo el comportamiento del microorganismo.
Prevención y monitoreo continuo
Las autoridades sanitarias recomiendan evitar áreas con vegetación alta, revisar a las mascotas después de cada paseo y acudir al veterinario ante cualquier cambio inusual.
Mientras tanto, los equipos científicos trabajan para identificar el origen del patógeno, su alcance y la mejor manera de contenerlo antes de que se convierta en una amenaza mayor.

