Por: Iván Felipe Sotelo
Una de las problemáticas más visibles en toda esta línea de sucesos que acontecen en el departamento de Nariño es sin duda la carencia de empatía y de razonamiento de muchas de las personas que buscan sacar provecho de manera descarada de la situación y es cierto no está mal ser un emprendedor, no está mal tampoco trabajar, pero hasta qué punto llega el descaro de aprovecharse de toda situación que afecta no solo a uno sino a todo un departamento y es que en semejante situación se ha visto cada vez más obvio la falta de colaboración ciudadana frente a un problema y lastimosamente sigue prosperando el papel de primero yo,segundo yo y los demás no me interesan.
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Cada noche hemos visto unos monumentales desfiles de carros y motos que van de cuadra a cuadra de las personas que buscan combustible, algunos seguramente para su transporte y otros para el negocio de volver a venderlo, pero bueno eso hace parte de las posibles dinámicas que existen dentro de un problema como el que afronta pasto en estos momentos y seguramente también es una posibilidad de trabajo pero también es cierto el abuso y descaro de estas personas y es que no basta simplemente con querer volver a venderlo si no que buscan acaparar todo el combustible porque no solo repiten el ejercicio una vez, si no muchas veces y esto se volvió descarado verlos en plena fila sacando litros completos de combustible a sus automotores y lo que me parece un tanto malintencionado es que hay personas que han recurrido a vender el combustible y combinarlo arruinando los automotores de personas que solo buscan solventar por un momento el problema que están enfrentando.
Todos nos vemos afectados por este problema que cada día se vuelve un tanto desesperante, ojalá los entes de control logren mantener una calma entre las personas ya se ven últimamente las ollas comunales como una opción para lograr mantener a la comunidad en calma, pero tampoco podemos confiarnos en que esto será una solución permanente, se ha vuelto difícil llegar a casa y no encontrar comida y es una realidad que a más de uno nos está tocando vivir por la situación, ojala se logre con este problema entender la importancia del abandono que ha tenido el sur del país y sus dirigentes en realidad asuman una responsabilidad frente a lo que nos ocurre, recordemos que el trabajo de un líder político es el de comprometerse a servir al pueblo y no que el pueblo sea contemplado como un fortín de votos, ojala aquellos que elegimos se dieran una vueltica por las ollas comunales sin ánimo de encontrar votos sino más bien de escuchar por un momento los problemas de aquellos que luchan día a día por ganarse un sustento.