Por: Carlos Santa María
Le corresponde al columnista riguroso establecer con claridad la diferencia entre sus deseos, aspiraciones, afectos, y la realidad existente. Lo anterior, con el fin de proporcionar una radiografía lo más acertada de los procesos sociales y, en este caso, electorales.
Respecto a la selección del próximo mandatario departamental hasta este momento existirían dos opciones con algún grado de posibilidad: el candidato ganador del Pacto Histórico y el ex senador Berner Zambrano.
Respecto a la unidad de las fuerzas progresistas que apoyaron a Petro desde la contienda anterior en su mayoría, existe el pacto de honor según el cual quien salga escogido de los siete precandidatos tendrá el total apoyo de los otros.
«Respecto a la selección del próximo mandatario departamental hasta este momento existirían dos opciones con algún grado de posibilidad: el candidato ganador del Pacto Histórico y el ex senador Berner Zambrano».
Si se diera así sería excelente, aunque hay dos problemas a resolver: uno, ponerse de acuerdo en el mecanismo pues algunos participantes creen que si hay consulta el ex senador hará que voten sus huestes por el más débil para que triunfe y sea un opositor derrotado ya. Esta visión es claramente desacertada ya que a cualquier postulante le conviene que en esa consulta no pasen de cuarenta mil votos si es posible, por lo cual para nada acompañarán esa idea. Tener una votación pírrica sería desastroso.
Dos, toda campaña, incluyendo también una encuesta como mecanismo, requiere una estrategia con suficiente financiación…sólo para ser el escogido y sin pensar todavía en la confrontación con el duro opositor.
Actualmente Berner Zambrano camina lenta y seguramente dialogando con alcaldes, concejales, diputados, postulantes y amigos, sin líos de desconfianzas o deslices como podría ocurrir en el movimiento anterior.
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Lo cierto es que según los expertos nunca quien ha ganado la Gobernación ha dejado de tener el apoyo del mismo gobernador vigente, lo que es un criterio a tener en cuenta. Lo otro es que el Partido Conservador, quien no se presentará en esta contienda, puede decidir quien tiene la opción de ganar, y perder esa oportunidad sería un acto de desinteligencia como lo pensaría serenamente todo político razonando cerebral y centradamente.