La tradición dice que:” En los tiempos del siglo XVI existía una costumbre que debía realizarse durante todo el mes lunar siguiente al matrimonio, la cual consistía en que la pareja debía beber hidromiel, producto de la mezcla de miel y agua, esto necesitaban hacerlo quienes quisieran concebir un varón como su primogénito”. Estos podrían ser los orígenes de lo que en los tiempos modernos denominamos al periodo de descanso y aislamiento que usualmente toman los recién casados para disfrutar de las delicias que genera el matrimonio.
El Dr. Germán Vargas Lleras, en una de sus columnas que usualmente publica los domingos en el periódico El Tiempo, dijo: “En esta campaña se han transgredido las fronteras de la ética y de los valores. Se ha perdido todo escrúpulo y consideración. Una porquería es lo que todos los días sale a la luz pública sobre denuncias y estrategias para enlodar a los oponentes y a quienes divulgan sus opiniones”.
Esta visión la compartieron distintos medios de comunicación, por cuanto para nadie es un secreto que durante la campaña presidencial pasada llovieron desde todas las esquinas rayos y centellas contra todos los oponentes, llegando a transgredir como lo decía el Dr. Vargas Lleras todas las fronteras de la ética y valores. A tal punto llegó la infamia que la revista Semana en la caratula de la edición previa a las elecciones en su portada título: “Guerrillero o ingeniero”.
Afortunadamente el debate electoral pasó y quienes pintaban al presidente electo como el coco, unos tras otros, olvidando las ofensas y desplantes, han llegado a pedir audiencia ante el nuevo mandatario para manifestar su apoyo a la agenda legislativa. Este listado lo encabezó el liberalismo, luego el conservatismo, la “U”, Cambio Radical; incluso Rodolfo, terminó posando, como lo hizo Uribe, quien en declaraciones luego de la reunión, trataba con voz conciliadora de señor presidente a quien en otros tiempos tildaba de “sicario, sicario, sicario”.
Dios quiera que esa luna de miel de la oposición y de los nuevos “amiguis” del presidente dure mucho más que la luna de miel de los matrimonios modernos.
POR: VÍCTOR RIVAS MARTINEZ.