Nos parece que uno de los más terribles y aberrantes delitos es el del reclutamiento forzado de niños, niñas y adolescentes, el cual dolorosamente, a consecuencia del conflicto armado y de los grupos ilegales, es de común ocurrencia en nuestro departamento de Nariño.
En efecto de acuerdo con las estadísticas que se han conocido hasta lo que va corrido del presente año, se tienen registrados en nuestro medio 466 casos de vulneración de los derechos de los menores de edad.
De allí, que celebremos las jornadas que se han venido realizando en las últimas horas en la ciudad de Ipiales, las cuales buscan enfrentar con decisión estos lamentables episodios, los cuales tienen como sus mayores escenarios, la región de la costa pacífica de Nariño, así como el sector fronterizo.
Por lo pronto, la realización de las mencionadas jornadas nos ha permitido establecer que, en efecto, los municipios que hacen parte de los Planes de Desarrollo con Enfoque Territorial, Pdet, situados en la mayoría de los casos en la costa nariñense y en la cordillera, son los que presentan los mayores índices de esta situación que tanto afecta a nuestra población infantil y de jóvenes.
«Nos parece que uno de los más terribles y aberrantes delitos es el del reclutamiento forzado de niños, niñas y adolescentes, el cual dolorosamente, a consecuencia del conflicto armado y de los grupos ilegales, es de común ocurrencia en nuestro departamento de Nariño».
Al respecto, las reuniones que se vienen haciendo en Ipiales, nos muestran que en lo que tiene que ver con estos casos de reclutamiento forzado, los principales factores de riesgo son los cultivos de uso ilícito y la natural presencia de grupos armados al margen de la ley, que se lucran de las actividades del narcotráfico, los que se constituyen en los principales promotores de estos hechos.
Por lo tanto, reiteramos la transcendencia que tienen estas jornadas de prevención, puesto que como lo expresa la coordinadora de los programas contra el reclutamiento Zona Sur, Andrea Betancourt, Nariño aparece entre los departamentos en el país que registran los mayores índices de reclutamiento forzado de niños, niñas y adolescentes, lo que ha obligado a las autoridades locales a la puesta en marcha de estrategias para combatir esta clase de hechos.
Por lo tanto, es de suma importancia que haya un trabajo articulado entre las autoridades, los docentes y la comunidad en general, en especial en lo que tiene que ver con la prevención, para que, de esta manera, los menores de edad sean advertidos de los peligros a los que se pueden ver envueltos, además de diseñar y poner en práctica, medidas de prevención y fortalecimiento de acciones tendientes a disminuir esta clase de delitos.
En este sentido, tenemos muy en claro que estos hechos tienen su origen directo, en la permanente presencia en diferentes puntos de la geografía nariñense de organizaciones armadas al margen de la ley, que además del execrable delito del reclutamiento forzado de niños y niñas, son también responsables de homicidios, desplazamientos y violencia sexual, entre otros delitos, siendo precisamente los menores de edad, los principales afectados.
Es así como hasta el momento en lo que corresponde a este 2022, las autoridades cuentan con un registro de 466 casos de vulneración de los derechos de los niños, niñas y adolescentes en el departamento de Nariño, como consecuencia de las actividades de los grupos armados y bandas delincuenciales.
De allí que destaquemos el interés, que, para enfrentar esta problemática, viene mostrando el Gobierno seccional, con la realización precisamente de las jornadas que por estos días se han desarrollado en la ciudad de Ipiales. Se trata de unas actividades que deben continuar, ante el valor que tienen para salir adelante en esta lucha contra uno de los mayores azotes en la región, con el agravante de que sus principales víctimas son nuestros niños y niñas.