Llegaron a Sibundoy cuerpos de los 3 jóvenes víctimas de la avalancha

La tragedia ocurrida el pasado 7 de marzo del año en curso en el corregimiento de El Encano, oriente de Pasto, continúa conmoviendo profundamente a las comunidades cercanas, que aún no logran asimilar la magnitud del dolor.

Los cuerpos de tres jóvenes víctimas de la devastadora avalancha, Melany Montenegro, Fernanda Montenegro y José David Cuéllar, llegaron a Sibundoy, Alto Putumayo, donde serán velados por sus seres queridos y amigos, en un acto de despedida que se ha visto teñido por la tristeza, el lamento y el dolor colectivo de la comunidad.

Destrucción

La avalancha, que ocurrió en la madrugada del 7 de marzo, arrasó con todo a su paso en El Encano, dejando no solo un paisaje de destrucción, sino también un saldo trágico de cuatro víctimas mortales. Melany, Fernanda y José David fueron identificados entre los fallecidos. La noticia de su trágica partida se extendió rápidamente por toda la región, con la comunidad de Sibundoy y sus alrededores sumidos en un profundo dolor.

La familia de Melany y Fernanda, así como la de José David, se enfrentan a la pérdida de jóvenes que, a pesar de su corta edad, se destacaban por su energía positiva, su bondad y su amor por su tierra natal. La comunidad de Sibundoy los conocía bien, y cada uno de ellos había dejado una marca imborrable en aquellos que tuvieron la fortuna de compartir su vida.

Solidaridad

En medio de la tragedia, los habitantes de Sibundoy han reaccionado de forma solidaria y unificada, apoyando a las familias afectadas con todo el amor y la fortaleza que se requiere en momentos tan duros. Las calles del pueblo se han llenado de mensajes de condolencia y de oraciones, como un acto colectivo de acompañamiento. Las vecinas y vecinos de los jóvenes, junto a sus amigos más cercanos, no han cesado de rendir homenaje a sus recuerdos, quienes, con su alegría, habían hecho de Sibundoy un lugar más cálido y cercano. “El vacío que dejan es profundo, no solo en sus hogares, sino en toda la comunidad. A pesar de su corta edad, Melany, Fernanda y José David eran el alma de muchos de los momentos que vivió nuestro pueblo. Siempre dispuestos a ayudar, siempre con una sonrisa, y con una energía única que contagiaba a todos. El pueblo está de luto, pero también está unido”, comentó una vecina que los conoció desde la infancia.

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