Muchas personas por la falta de la comunicación social desde niños, en su infancia, pubertad o adolescencia y aún en su edad adulta; por el encierro marcado en sus hogares, la falta de costumbre de utilizar las escaleras eléctricas o ascensores en los edificios altos o en los centros comerciales; el no haber tenido experiencias de viajar en buses, taxis, busetas, teleféricos, funiculares, tarabitas, barcos, canoas, trenes o aviones, les genera en su interior los temores o las fobias que afectan considerablemente el desarrollo de su personalidad integral en la sociedad.
Vienen a mi memoria los recuerdos de la serie televisiva de “Los Magníficos”, en la cual uno de sus grandes protagonistas fue Mario Baracus, un hombre fornido, excelente luchador, pero que tenía fobia a volar en avión. Cada vez que tenía que viajar, sus compañeros tenían que dormirlo. Trastorno que se conoce como aerofobia, el cual es necesario sobreponerse con la ayuda de un psicólogo.
Ahora, que los nariñenses estamos gozando con la presencia de varias aerolíneas, que cubren las rutas desde Pasto al interior del país y viceversa, se han incrementado la presencia de pasajeros que llenan los cupos completos de las aeronaves, porque la competencia legal, ha eliminado el monopolio y la hegemonía que ha ejercido por espacio de muchos años Avianca, porque se ha beneficiado desconsideradamente con la aplicación de las tarifas más costosas en el sur del país, desconociendo de que Pasto y Nariño hacen parte del territorio colombiano, aduciendo la peligrosidad del aeropuerto local. Nuestros parlamentarios jamás se preocuparon por ayudar a solucionar este grave problema de nuestra región.
El pasado martes, 29 de marzo tuve la oportunidad de abordar uno de los tantos aviones, para mi regreso desde el Aeropuerto Antonio Nariño hasta la terminal aérea de Palmira, Alfonso Bonilla Aragón, luego de permanecer en la tierra que me vio nacer desde el día 14, realizando gestiones en el pago del impuesto vehicular de mi camioneta Renault-21 y efectuar los trámites del traspaso a persona indeterminada, para quedar a paz y salvo con el fisco municipal.
Afortunadamente los nariñenses contamos con tarifas rebajadas en los tiquetes aéreos, cumpliendo de manera positiva con ese pedido y lucha frentera que le he realizado a las fuerzas vivas de nuestra región, para que se regulen y se apliquen las tarifas similares a las que las aerolíneas vienen aplicando en el interior del país. Porque anteriormente el viajar a Nariño, pagábamos tiquetes carísimos, como si voláramos de Bogotá a Miami.
En tal virtud, si queremos que estos servicios en el transporte aéreo se mantengan en las distintas rutas a Pasto, Ipiales y Tumaco, debemos utilizar con mayor frecuencia la compra de los tiquetes aéreos, para que las casi cinco aerolíneas que tienen hoy la autorización y licencia por parte de la Aeronáutica Civil, para que nos sigan prestando sus valiosos servicios a la región.
Que se constituirán en el despegue de las actividades profesionales, culturales, académicas, religiosas, musicales, sociales y deportivas. Que contemos con la presencia de las distintas personalidades del mundo, para lograr el despegue definitivo de la economía regional.
Por: Jorge Enrique Tello Chávez

