Es inaceptable, inadmisible, intolerante, irreconciliable e imperdonable que los jóvenes, los estudiantes, la salvadora juventud colombiana, vaya a elegir en las próximas elecciones del 13 de marzo de este año a los mismos políticos de siempre para que sigan haciéndoles daño en la Cámara de Representantes y en el Senado de la República, porque entonces si sería una incoherencia total y absoluta votar para elegir a quien luego los va a joder y mucho.
Los líderes estudiantiles, los dirigentes estudiantiles, los miles de estudiantes que se movilizaron en la protesta social en el transcurso del año 2021, los integrantes de la primera línea, no pueden ni deben dejar en el olvido y cubrir con la ingratitud a los 75 jóvenes que perdieron la vida, según lo asegura la Defensoría del Pueblo en Colombia, entre quienes son símbolos históricos jóvenes como el artista popular Lucas Villa, víctimas de una tenebrosa lógica represiva argumentada por el ejercicio del poder y consistente en que como el pez nada en el agua entonces para eliminarlo hay que quitarle el agua, o sea asesinar, exterminar y matar a los dirigentes, a los líderes de la sociedad civil, aterrorizar a la población civil, que es el agua en el que vive la protesta social, la movilización social, al mejor estilo de los pensamientos ideológicos de los fascistas, ideología legitimada por las tendencias derechistas de la Cámara de Representantes y el Senado de la República.
En medio de esta explosión social el Presidente de la República, Iván Duque, lideró el reconocimiento de la matrícula cero para los estudiantes en las universidades públicas, que solamente se aplicó para el segundo semestre académico del año 2021, porque el 16 de junio de 2021 fue rechazada la extensión de este beneficio, por parte de la comisión sexta del Senado, quedando entonces la matrícula cero como una clara demostración de la demagogia institucional del Estado colombiano.
Entonces es una inmensa bobada, una inmarcesible tontería volver a elegir a quienes hicieron este daño, o a quienes por ejemplo aprobaron la reciente reforma tributaria, o a quienes en la Cámara y en el Senado son ciegos, sordos y mudos en medio de un sistemático, premeditado y persistente saboteo al proceso de paz en Colombia, a la reforma laboral, a la reforma pensional, a la perpetuación de una situación social y política consistente en que hay muy pocos que tienen demasiado mientras hay demasiados que tienen muy poco, condición social agravada aún más con esta pandemia del covid-19, ya que la pobreza ha llegado al 42.5 por ciento, habiendo retrocedido 10 años en la intervención y atención de este indicador social.
Es imprescindible, total y absolutamente necesario y urgente, inmensamente importante que el pensamiento, la memoria, la ideología, la inteligencia y capacidades mentales de los jóvenes no vayan a caer en la trampa de una democracia de papel, eligiendo a los mismos politiqueros de siempre.
Por: Emilio Coral

