Íngrid Betancourt ante la JEP: «Secuestrados no estábamos en campos vacacionales»

La excandidata presidencial aseguró que no puede aceptar los engañosos y mentirosos relatos entregados por varios exjefes de la antigua guerrilla.
Íngrid Betancourt, excandidata presidencial.

Íngrid Betancourt, excandidata presidencial, lanzó fuertes cuestionamientos a las versiones rendidas por los exjefes de las Farc, ante los magistrados de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), sobre el trato cruel que aplicaron a los secuestrados en el marco del conflicto armado colombiano.

Según Betancourt, no puede aceptar los engañosos y mentirosos relatos entregados por varios exjefes de esa antigua guerrilla, en los que trataron de dar a entender que las víctimas de secuestro no fueron subyugadas a tratos inhumanos, sino por el contrario estuvieron en una especie de «campos vacacionales».

“Bajo el mando de alias Gafas, me pusieron a dormir encima de los chontos, es decir, donde todo el mundo hacía sus necesidades, eso si es una tortura”, indicó Betancourt.

De igual forma, sostuvo: “Quiero ser muy precisa en todas estas descripciones, porque hay una tendencia, y vuelvo a lo de Sandra Ramírez, de querer presentar la manera como nos hicieron vivir en estas selvas como si estuviéramos en unos campos vacacionales y esto no lo voy a aceptar”.

Asimismo, Betancourt considera que ese tipo de relatos son ofensivos y revictimizantes con toda las personas que sufrieron las terribles condiciones del secuestro.

“Ellos relatan que nos dieron juegos, ajedrez, parqués, etcétera, nunca sucedió en mi caso(…) decían que comíamos lo mismo, eso no era así, nosotros veíamos lo que ellos comían y nosotros sufríamos de ver lo que nosotros comíamos y eso no es verdad”, expresó.

Además, aseguró que es mentira y una exageración asegurar que los secuestrados hayan tenido acceso a libros y revistas durante el cautiverio o que les permitieron ver televisión.

Del mismo modo, señaló que los exguerrilleros hacían sentir a los secuestrados que tenían todo el tiempo un caño de fusil sobre la cien y con la amenaza constante de que podrían ser asesinados en cualquier momento.

“A mi me parece que estos son relatos amañados, falsos, ofensivos y revictimizantes y no los acepto y estoy segura que ninguno de mis compañeros los habrá aceptado y me parece que esto si le quita le seriedad a la intencionalidad de reconocimiento de estos crímenes de lesa humanidad y crímenes de guerra”, manifestó.

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