Hernán Insuasti Gonzales (Acord)

Futuro incierto

La situación por la que atraviesa el Deportivo Pasto en la Liga del fútbol colombiano es realmente preocupante. Si nos remitimos a la parte netamente estadística que es lo más elemental de evaluar, el equipo marcha en el último lugar con un punto de 12 disputados.

Si estamos hablando de la parte netamente deportiva, el técnico Giovanny Ruiz es el máximo responsable de lo que está pasando. Si bien en un comienzo dijimos que aún no era el momento para soltarle tan tamaño compromiso a él, por lo que la primera culpa recae en los directivos, cuando Ruiz aceptó ese reto, haya tenido garantías o no para llevar a cabo un buen trabajo, de inmediato pasó a tener la mayor responsabilidad.

Obviamente que los jugadores también son culpables, pero en el capitán del barco, o en el gerente de una empresa, recae todo el peso, ante lo cual ese líder debe tener la suficiente sapiencia y carácter para solucionar los problemas.

Ruiz y cualquier entrenador necesitany merecen un compás de tiempo para mostrar su capacidad, pero lo que pasa es que al equipo pastuso no lo miramos evolucionando y antes por el contrario está en retroceso, no hay un futuro claro y todo es incierto.

 

«Deportivo Pasto cumple una pésima campaña en la Liga colombiana y su desempeño en la cancha cada día es más deficiente. El último lugar dice que las cosas no marchan por buen rumbo”.

 

En lo táctico al equipo se lo ve muy débil, por eso, los rivales encuentran espacios fácilmente para hacerle daño. O sea, si bien se monta una figura en la cancha, las interpretaciones para cumplir ciertas tareas no se ven, lo cual pasa porque el discurso no es claro o porque no se lo entrega de manera correcta.

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Estratégicamente, que es el complemento de la táctica, es decir la manera como se van a mover los jugadores hacia el ataque, no hay caminos idóneos para inquietar al rival. Es así cómo frente a Deportivo Pereira y ante Alianza, cuando el marcador estaba en contra, no hubo maneras de descifrar al adversario.

Estas dos situaciones son de resorte específico de un entrenador, además, del temperamento que se tenga para manejar un grupo. Si los futbolistas no traducen en la cancha lo que se les diga, pues algo anda mal.

No soy de las personas que pide ‘cabezas’ de técnicos, considero que ese no es el rol de uno como periodista, pero si tengo la obligación de decir que las cosas no se están haciendo bien.

Estoy convencido que con la nómina que hay, la cual no es la mejor del país, pero no es la peor, se puede mejorar, ojalá se lo consiga con Giovanny Ruiz, porque si vamos de derrota en derrota y sin mejoría, la paciencia se va acabando.

Por: Hernán Insuasti Gonzales (Acord)