“Después de la guerra todos somos generales”, reza un viejo dicho que es utilizado frecuentemente en el futbol y en situaciones críticas. En el caso de Deportivo Pasto hoy se prendieron las alarmas tras el bajo nivel del equipo nariñense y suenan ruidos de sable en la escuadra volcánica. Sobre el particular no salimos a acomodarnos con la situación del equipo ya que, desde un principio, era previsible que esta situación deportiva, financiera y administrativa se veía venir con base a lo que se preparó para el presente campeonato.
Después de la vergonzosa derrota frente a Alianza Petrolera el pasado domingo, la madeja se va desenredando y desnudó completamente la crítica situación deportiva del equipo.
El menos culpable de esta situación es el técnico Geovanny Ruiz quien al ser empleado del equipo tuvo que aceptar el cargo que se le estaba entregando independientemente de las condiciones dadas por la junta directiva del equipo. Ruiz no tiene la culpabilidad de lo sucedido con el equipo porque él no maneja la chequera del equipo ni contrata, ni vende sus jugadores.
El problema de fondo es la parte administrativa del club que, a través de su cabeza visible no le dio las garantías necesarias a Ruiz para afrontar este torneo.
Una pretemporada a las patadas, una nómina con jugadores sin mayor presente y algunos que hace rato debieron dejar el equipo volcánico. Los juveniles no tienen culpabilidad en la crisis ya que ellos están gozando la oportunidad que la institución les está dando por necesidad, más que por convicción. Al no brindarle garantías futbolísticas a Ruiz era inminente que mandarlo a la guerra sin herramientas era una muerte más que segura.
Es por ello que esta historia se torna a un nuevo deja vu en donde la institución entra en crisis, la gente comienza a pedir la cabeza del técnico y esperan que, ojalá, se conforme una nueva nómina para el otro semestre. Lo cierto del caso es que se debe replantear el tema administrativo porque las garantías se deben dar desde la Junta Directiva quien no apoyó a Ruiz. Si no hay una verdadera remoción en el equipo la mala racha va a continuar y la crisis se puede ahondar.
Por ahí se habla que tendrían en carpeta a un viejo conocido de la casa para asumir la dirección de este barco que se está hundiendo. Lo irónico del caso es que aquel tipo salió por la puerta de atrás de la peor manera. Asimismo, se menciona que se acerca el cambio societario del equipo. ¿Toda esta crisis deportiva y financiera fue la estrategia para llegar a este punto para vender y comprar el equipo?… para verdades el tiempo.
Por: Juan David Galviz Eraso