Resulta muy difícil escribir sobre la realidad social de un país como Colombia, es decir, los grandes artistas que se han forjado en nuestro suelo han sido, sin duda, el resultado de una especie de resistencia ante la violencia; hay quienes dicen incluso que el realismo mágico sólo pudo surgir en Colombia, pues en este país la realidad que conocemos suele confundirse con la ficción.
Fernell Franco (1942-2006), fue uno de esos pocos artistas que desarrolló una visión crítica ante los cambios ocurridos en el continente americano, dejando obras magnificas como “Prostitutas” o “Billares”, en las cuales su acertada lectura de la realidad se centra en una serie de fotografías, que generalmente a blanco y negro nos van narrando las historias de una Colombia profunda, herida y maltratada.
Pero sin duda, es simplemente maravillosa la fotografía de la obra “Amarrados”, en la cual Franco nos muestra un bulto atado e irreconocible, en una noche cualquiera; como si la historia de la clase social marginada de Colombia fuese eso, una lucha constante por sobrevivir en medio de un capitalismo depredador.
«Hay quienes dicen incluso que el realismo mágico sólo pudo surgir en Colombia, pues en este país la realidad que conocemos suele confundirse con la ficción».
No sé muy bien que hay después de la muerte, sin embargo, me gusta imaginar a Fernell Franco vestido de negro, con una barba descuidada y con el cabello largo, apuntando con la única arma que tenía (su cámara fotográfica) a los inmigrantes venezolanos o a los líderes sociales, pues aún después de muerto sigue siendo el rostro de los que nunca tuvieron cara.
Tomado del libro: “Distopía: Una radiografía critica de nuestra ingravidez” de Nicolas Escobar Bejarano – Pág. 81
Por: Nicolás Escobar Bejarano.