E-Lecciones corruptas

Agradecimientos. A los lideres de opinión que me han escogido como el segundo columnista más leído en Nariño, como lo certifica la polimétrica del Panel de Opinión de Cifras y Conceptos. Gratitud infinita a DIARIO DEL SUR y Ecos de Pasto por la posada y a ustedes por honrarme con su lectura y audiencia de los jueves y viernes lo cual me estimula para seguir “caminando la palabra”.   

Inevitable hablar de e-lecciones, que salvo excepciones, no eligen, sino que obedecen a razones de “peso” más que de conciencia. Cada año es más descarada la compra de votos.

El escándalo de los Char en Barranquilla es el más ilustrativo. Cada 4 años se repiten, con algunos matices, las mismas mañas, heredadas de la Colonia. Los candidatos son los mismos con las mismas. La mayoría pretende reelegirse a las corporaciones y a las candidaturas unipersonales en cuerpo ajeno, para después de un periodo les devuelvan el cargo.

Antes la compra venta de votos se hacía con la complicidad de la noche, ahora ni siquiera se oculta en cajas de chiclets, se entrega en efectivo a la luz del día sin siquiera dejar recibos.

También se compra la conciencia con dineros públicos en forma de postes de electricidad o de placas huella como se ha visto en esta campaña. Los candidatos le tienen miedo a la última semana que denominan la “del remate” que es cuando hay que sacar la plata para pagar los gastos de “logística” como transporte, refrigerios y un billete de propina para los caciques dueños del listado de electores “amarrados” que los promocionan en todas las sedes al mejor postor. Es “la rebelión de las ratas”.

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Los contratistas son obligados a poner una cuota de dinero y votos. El debate ideológico y programático no cuenta sino los cientos y miles de millones de pesos para acceder a una curul o a un cargo de elección unipersonal. En esta mercadería electoral siempre ha perdido la izquierda, salvo contadísimas excepciones.

La tapa, 35 partidos con personería jurídica convirtieron los avales en un negocio para favorecer a unos candidatos sin criterio ideo político. Así entonces, estas no son elecciones porque no se elige ni se escoge libremente a nadie, pero si actúan libremente la oferta y la demanda propias del capitalismo salvaje.