El poder del dinero

Ricardo Sarasty

Hablar de capitalismo no consiste en solo hacer referencia al dinero como el centro de todas las actividades o el objetivo primordial de cualquier proyecto. De la importancia del dinero y su poder se ocuparon en la Grecia clásica Heráclito y Platón. Para Heráclito la moneda posee el poder de transformar las imágenes en objetos reales y los objetos reales en imágenes. al filósofo del permanente cambio le hubiese sido fácil hoy demostrar ese poder de transmutación propio de la moneda con solo recurrir a las ventas por catálogo, sustentando así que el dinero y su poder no son asuntos de estudio moderno por lo que es importante el referirlo para dejar constancia de que siempre ha sucedido así, el dinero convierte real el carro y a quien lo adquiere en acreedor. superando al significado de la moneda que va más allá de representar la simple posibilidad de adquisición de un producto.

Cuando se toma el dinero no como fetiche se debe tener una sola certeza, si se quiere contradictoria y esto es parte de su magia, las cosas mediadas por la moneda son y no son a la vez. Al acto de comprar le antecede siempre un supuesto o mejor un presupuesto, no otro es el origen y sentido de la palabra hipoteca que deriva de hipótesis. Es precisamente Carlos Marx, el filósofo del capital, quien va a retomar esta teoría sobre el dinero dotado del poder de convertir deseos en realidad y de volver la realidad deseos para elaborar la teoría sobre el intercambio en la que se van a determinar los valores mediante los cuales se transa mercancía por monedas y monedas por mercancía.

El comercio consiste acordar el valor de la mercancía determinando la importancia del uso o no uso, lo que a su vez le da el valor a la moneda. Dependiendo de lo que se quiere ver, para el filósofo de Éfeso una cosa es el oro como mercancía y otra como forma de pago o moneda.

En el trueque la mercancía mantiene su carácter o sea que el intercambio se efectúa en atención solamente de la necesidad. Una papa se cambia por un plátano para satisfacer un faltante en los que requieren de estos productos. Pero otra es la situación cuando la mercancía se desdobla y ya no solo tiene valor de uso, sino que adquiere también el de adquisición ósea que la mercancía pasa de contar con un valor en virtud de lo que representa como producto y para revestirse con el poder mediante el cual se pueden alcanzar lo anhelado.

Una historia que se escucha con frecuencia en las zonas cocaleras es la que da a conocer que cuándo como consecuencia de la represión se agota el dinero, entonces sucede que los billetes se venden caros y el comercio se hace mediante la compra de mercancía pagada con libras y kilos de cocaína. Sí desde monedas hasta televisores, neveras, motocicletas y botellas de whiski se cotizan sobre el valor de la cocaína en las calles de Nueva York. La cocaína, como el oro convertido en moneda, pasa de tener valor de uso a valor de cambio y la mercancía adquirida comienza a ser vista como el producto real final de las cosechas.

La magia consiste en este caso en que la cocaína mantiene el valor de cambio en el mundo financiero al cual llega mediante el comercio en donde su uso no cuenta, solamente se atiende a su poder adquisitivo. Así como sucede con el petróleo cuyo valor de uso nunca será igual al valor de cambio en tanto que En las bolsas de valores el uso y el cambio se juntan para apreciar el dinero como artículo. Artículo del cual depende la vida.

Por: Ricardo Sarasty.

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