Un trabajo de investigación e inteligencia llevado a cabo por hombres Antinarcóticos de la Policía Nacional en el departamento de Nariño permitió ubicar a Jhonis Enrique Boya Meza, alias Maturana; Belcy Gómez Murcia, alias James; Carlos Ernesto Angucho, alias Corleone; Clemente Riascos Coral, alias Pastuso y Alejandro Alberto Estupiñán alias Porcelana, solicitados por la Corte Federal del Distrito Oriental de Nueva York, en Estados Unidos, por los delitos de concierto para delinquir y tráfico de estupefacientes.
De alias Maturana se conoce que no solo traficaba grandes cargamentos de alcaloide, sino que tenía vínculos con las Guerrillas Unidas del Pacífico. Estos narcotraficantes determinadores utilizaban vehículos de transporte público acondicionados con caletas para no ser detectados por las autoridades en puestos de control.
El recorrido empezaba desde los laboratorios clandestinos ubicados en los departamentos de Nariño y Cauca, luego tomaban la vía principal que los conduciría hacia Ecuador, donde utilizaban los puertos marítimos clandestinos para sacar los cargamentos de cocaína en lanchas tipo LPV, mini-submarinos, hacia Centroamérica y Norteamérica.
Una vez recibían el pago de dichos cargamentos utilizaban empresas fachada como criaderos de ganado, inmobiliarias y estaciones de gasolina, con el propósito de facilitar el lavado de los activos producto del tráfico transnacional de drogas ilícitas.