En una rueda de prensa celebrada en la ciudad, la Alcaldía de Pasto, liderada por el alcalde Nicolás Toro, reveló un importante avance en el proceso de traslado y ampliación del Centro de Detención Transitoria (CDT), conocido comúnmente como las carceletas.
El anuncio se realizó en el marco de una crisis de hacinamiento que afecta a las instalaciones, donde actualmente se reporta un nivel alarmante de ocupación que supera el 300%, lo que ha generado situaciones de protesta por parte de los reclusos.
El alcalde Nicolás Toro comenzó su intervención reconociendo la complejidad de la situación, señalando que las carceletas no están en condiciones de albergar la cantidad de personas que actualmente se encuentran detenidas, lo que pone en riesgo tanto la seguridad de los reclusos como de los propios custodios.
Capturados
«Vamos a ampliar un poco más la carceleta para ubicar un número mayor de capturados que hay en este momento, y ahí es donde viene la doble moral, pues queremos que haya seguridad, pero no queremos carceletas. Nos sacan de todos lados por las carceletas», comentó Toro durante su discurso, haciendo alusión a la contradicción que existe entre la necesidad de seguridad y la falta de espacio adecuado para las personas detenidas.
En cuanto a los pasos a seguir, el mandatario local anunció que se realizará una solicitud formal ante el Concejo Municipal para obtener la aprobación de una concesión que permita comenzar con la construcción de un nuevo espacio destinado al Centro de Detención Transitoria.
Este espacio estaría ubicado en un lote que el municipio adquirió hace varios años con la intención de destinarlo a la Policía Metropolitana y el CDT. El terreno en cuestión se encuentra en la vía que conduce al túnel de Daza, una ubicación estratégica que se considera apropiada para el desarrollo de este proyecto.
Recursos
Toro destacó que, si bien el municipio actualmente invierte 3 mil millones de pesos anuales en el sostenimiento de las carceletas, los recursos destinados a la nueva infraestructura no provendrán directamente de las arcas municipales.
En su lugar, explicó que la construcción del nuevo CDT será realizada por un contratista privado a través de una concesión, y el pago se efectuará con los recursos que ya se destinan para el mantenimiento de las instalaciones actuales. De esta manera, se pretende optimizar los recursos públicos sin generar una carga adicional para el municipio.
El proyecto ha generado un debate público, ya que muchos ciudadanos de Pasto se han manifestado en contra del traslado de las carceletas a otras zonas de la ciudad, particularmente en barrios cercanos a la nueva ubicación propuesta.
Inseguridad
Los detractores del proyecto señalan que la presencia de un centro de detención en áreas residenciales podría generar inconvenientes, como un aumento de la inseguridad y un posible impacto negativo en la calidad de vida de los habitantes.
Sin embargo, desde la Administración Municipal, el alcalde Toro solicitó el apoyo de la comunidad para avanzar en el proyecto y aseguró que se tomarán en cuenta todas las recomendaciones para garantizar que el traslado y la construcción se lleven a cabo de manera ordenada y sin contratiempos.
El proyecto de traslado y ampliación del CDT no solo responde a la necesidad de solucionar el hacinamiento, sino que también es una medida orientada a mejorar las condiciones de detención en la ciudad. Para las autoridades locales, esta intervención es fundamental no solo para garantizar el cumplimiento de los derechos humanos de los detenidos, sino también para contribuir al orden y la seguridad en la ciudad.

