Alquilamos sillas Rimax, tamales y gente que grita

Manuel Eraso

Ismael Botina popular maestro Buchón, frente a la falta de trabajo y el alto costo de la vida, tiene que inventarse formas para lograr el sustento de su familia. Por eso, en su bicicleta Monark puso tremendo letrero que dice: “Señores políticos, alquilo sillas Rimax con gente que grita, hacemos tamales para el día de elecciones, tomo fotos y videos inflados para sus reuniones, alabamos a los candidatos así sean unos burros”.

Esta propaganda apenas la vieron los políticos comenzaron a llamar y todos los días hay boleo. Si el político quiere hacer una reunión, simplemente se comunica con Maestro Buchón, y listo. A la hora exacta, van llegando tres buses de vagos dispuestos a desgañitarse gritando ¡Viva…la doctora…viva el doctor…!

El servicio, es integral, incluye gritos, rechiflas, silencios y aplausos. Si quiere un servicio adicional, sacan al candidato en hombros y lo pasean por la calle. Terminado el evento, el salón queda vacío, porque cada quien ha llevado su silla Rimax que es la herramienta de trabajo.

El pago tiene diferentes opciones: con gritos, vale tres millones; con rechiflas y abajo para los contrarios se aumenta en un diez por ciento.

Los cien cafres que forman parte de esta empresa, son expertos en echar puño en caso de requerir defender al candidato o candidata. Un servicio adicional, el político ni siquiera se preocupará de los refrigerios, pues cada uno de los gritones lleva su propia vianda. El pago es anticipado porque muchos son tumbadores.

Si usted señor candidato quiere hacerse la paja mental y desea ver una reunión, como nunca lo ha soñado, contrate los servicios de esta maravillosa empresa.

La gente se preguntará ¿cuánto vale esa maravilla?, pues es barato en comparación a los beneficios; cada cafre cobra cien mil pesos, es decir que por reunión completa con cien cafres, le cuesta diez millones de pesos.

El negocio está rindiendo, todos los días llaman clientes. Este servicio tuvo excelentes resultados hace ocho años, cuando la moda de los políticos fue llenar de gente las carpas de Alkosto, del parque Bolívar de Pasto. Eran enormes instalaciones que no se las llenaban ni con tamo. Allí nació la idea de formar empresas de alquiler de sillas con gente. En esa época los candidatos al ver repleto el recinto, se pavoneaban y juraban que ese montón se convertiría en votos. Llegado el día, el equipo que hace este trabajo, se dedica a descansar porque durante toda la campaña le ha tocado trabajar muy duro.

Ahora, con los videos la cosa es mucho más fácil, porque las reuniones se las multiplica por lo que quiera, y tres pelagatos se los hace parecer como si fueran mil.

Ya saben, señoras y señores, queda disposición de vosotros, este novedoso servicio de alquiler de sillas Rimax, con gente gritando, tamal incluido y video inflado para que los candidatos se masturben mentalmente y tengan la dicha de sentirse ganadores….

Por: Manuel Eraso

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