Hace algunos días le dimos la bienvenida al técnico interino pastuso Geovanny Ruiz, pues nos alegramos mucho la tremenda oportunidad que la junta directiva le extendió la mano para acercarlo aún más al equipo profesional, el que tendría de enfrentarse a la Liga II 2021 al resto de la tabla, pero se está convirtiendo en un tremendo fracaso. Digamos con toda seguridad que la culpa es toda suya, es como un cometa en el firmamento que va arrastrando una tremenda estela.
Los entendidos en el asunto los cronistas deportivos y los periodistas que están más metidos en camerinos y en la cancha viendo jugar a nuestro Superdepor, terminan sus declaraciones y análisis de lo que han sido las presentaciones en los estadios de Colombia. A mi modo de ver la situación después de cuatro fechas jugadas era lo que se pensaba y lo más lógico, era la situación grave que se venía para nuestro equipo sureño.
Ahora no se vayan a desgarrar las vestiduras y a decir que eso se temía lo que le pasaría al equipo. Desde el inicio de la conformación de la nómina ya se pensaba lo que le iba a pasar al equipo de Ruiz, pero estamos a tiempo para enderezar el camino que tiene que recorrer el Pasto. Si vemos la tabla de posiciones, si Pasto gana un partido pasará a varios equipos que lo acompañan en el fondo de la tabla, se irán calmando las aguas.
No soy quién para decir lo que se tiene que hacer, ni mucho menos pedir la cabeza del técnico, pero sí tenemos que mover a la junta directiva para que se ponga las pilas y se sacuda buscando una solución inmediata para frenar la caída del Pasto al fondo de la tabla de posiciones donde se ha vuelto costumbre mirarlo.
Vamos por partes, posiblemente Ruiz no tenga la garganta para mover a un equipo débil en todas sus líneas.
Ruiz no tenga el peso para mandar a correr al equipo aun cuando se esté perdiendo, el técnico no es todo un equipo de fútbol y sea la última palabra para determinar un movimiento en la cancha. Escuchando a los narradores y analistas en distintos estadios hace entrever entre líneas que al Pasto le falta sacrificio, entrega, como dirían los más osados: sacar la casta, meter más huevos al sartén. Pero hasta ahora las presentaciones han sido un fracaso por alinear jugadores sin ganas, no quieren mostrarse en una vitrina vendedora de jugadores a nivel internacional, eso quiere decir que poco y nada les importa el Pasto.
De todas maneras, estaremos pendientes de la actuación de nuestro equipo así sea de local como de visitante, y ojalá que de las primeras presentaciones hayan ganado alguna experiencia sobre todo la camada de jugadores canteranos, los que están haciendo los primeros partidos a nivel profesional y vayan aprendiendo cómo es que se juega fútbol profesional colombiano.
Por: Miguel Hernández.

