Bajo ningún punto de vista podemos desconocer que en estos momentos nuestro Departamento de Nariño, afronta una delicada crisis a consecuencia del aislamiento que nos impuso el gigantesco deslizamiento de tierra que taponó la vía Panamericana.
Para Pasto, fue una terrible resaca, luego de haber disfrutado como nunca de la reaparición del Carnaval de Negros y Blancos, un espectacular evento donde hubo derroche de alegría y de nuevo volvimos a contar con la presencia de numerosos turistas.
Sin embargo, cuando aún no se apagaban los gritos de la fiesta, se presentó en el vecino departamento del Cauca, la caída de una montaña en el sector de Rosas, con lo que, en cuestión de segundos, Nariño quedó incomunicado con el resto del país ante el taponamiento total de la vía Panamericana.
«En lo que tiene que ver con Pasto, hay que reconocer la gestión del alcalde Germán Chamorro de La Rosa, para salir adelante a pesar de las adversidades, proceso en el que ha estado al lado de la clase política y empresarial para la implementación de soluciones que permitan disminuir los efectos negativos de esta emergencia que hoy nos azota con fuerza».
Es así, como ante esta grave emergencia, solo quedamos en manos de la vía Pasto-San Francisco-Mocoa, única, larguísima y encima riesgo manera, para que Nariño se comunique con el interior del país y con Suramérica. Nos estamos refiriendo a una carretera que en muchos de sus tramos no es más que una trocha estrecha, en la que además abundan los abismos, pero, al fin y al cabo, es la única alternativa que tenemos hasta que se logren mejorar las condiciones de movilidad en la vía Panamericana, lo que, por el momento, parece poco probable.
Tenemos entonces, que no existe ningún motivo de celebración en Pasto y en Nariño, puesto que la realidad que no se puede ocultar es que afrontamos un panorama sombrío para lo cual no se vislumbra solución a largo plazo.
De esta manera, ayer nos encontramos con una ciudad triste, donde a diferencia de todos los lunes, donde a la Gobernación, acuden la mayoría de los alcaldes del Departamento a gestionar sus proyectos y la Plaza de Nariño se ve repleta de gente, nada de esto se observó en las últimas horas, debido precisamente a la emergencia por la que estamos atravesando.
Vimos también, calles semivacías con escasa circulación de vehículos debido a la escasez de gasolina, una de las primeras problemáticas que ocasionó el cierre de la vía Panamericana, lo que ha dado lugar a que los conductores se hayan visto obligados a hacer filas hasta de 20 horas para poder abastecerse de combustible, mientras que en los hogares las amas de casa se desesperan por la falta de gas y en municipios como Guachucal, se haya tenido que empezar a regalar la leche, ante la imposibilidad de sacarla a los mercados nacionales, lo que también sucede con otro producto insignia de la agricultura nariñense, como lo es la papa.
Entendemos que la situación no está como para echar campanas al vuelo, pero nos parece que es momento de ponerle buena cara al mal tiempo. En lo que tiene que ver con Pasto, hay que reconocer la gestión del alcalde Germán Chamorro de La Rosa, para salir adelante a pesar de las adversidades, proceso en el que ha estado al lado de la clase política y empresarial para la implementación de soluciones que permitan disminuir los efectos negativos de esta emergencia que hoy nos azota con fuerza.
Estamos seguros, como lo dice el alcalde de Pasto, Germán Chamorro de la Rosa, que con la unidad de fuerzas y el trabajo conjunto, vamos a empezar a superar toda esta serie de dificultades que hoy nos ocasiona un hecho totalmente imprevisto, como lo fue el trágico deslizamiento en la vía Panamericano que hoy nos tiene aislados de gran parte de Colombia.

