Tatiana Solarte

¿Tu hijo selecciona la comida? … ¡Qué puedes hacer!

Por: Tatiana Solarte Hoyos.

Una buena alimentación es vital para que los niños crezcan sanos y fuertes, además de ser necesaria para que tengan un buen desarrollo físico, mental y social.

La correcta alimentación durante los primeros años de vida puede influenciar positivamente en su estado de salud, su habilidad para aprender, comunicarse, pensar, socializarse, adaptarse a nuevos espacios, además, de influir en su rendimiento escolar.

Pero, ¿Qué pasa cuando los niños dejan de comer o se limitan a ingerir cierto tipo de comidas? La ‘selectividad alimentaria’ es un rechazo constante hacia alimentos con cierta textura, color, sabor, olor o temperatura. En los pequeños esta aversión puede aparecer de distintas formas, tales como: muecas, arcadas, vómitos, escupir la comida o voltear la cabeza en señal de apatía.

Los motivos por los cuales los niños pueden tener selectividad alimentaria son diversos, y es que “comer no es una tarea fácil”, involucra muchos aspectos del desarrollo de un niño.

Quisiera comenzar con el Sistema Sensorial, y es que a la hora de comer los niños involucran todos los sentidos: está la vista, que puede darles un aspecto agradable o desagradable de los alimentos, el tacto, que puede generarles hipersensibilidad dentro de su boca y hacerles evitar el ingreso de ciertas texturas, el olfato, cuya tolerancia puede orientarlos a comidas que no tengan muchos olores, entre otros. Quizá el niño no va a saber explicar porqué le pasa todo esto, lo único que apuntará a decir, es que cuando come ese tipo de alimentos, tiene una experiencia negativa que no quiere repetir. ¡Eso es importante!

Otro ejemplo que hace la complejidad, es que en el proceso de alimentación involucran todo su cuerpo: influye la postura, la coordinación motora, el uso de ambas manos, el tono muscular, que puede ser bajo a nivel orofacial, es decir con músculos débiles alrededor de su boca, haciéndole perder fuerza y resistencia al realizar el proceso masticatorio, orientándolo a elegir comidas “fáciles de morder”, evitando texturas gruesas como las carnes.

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El ambiente, es otro factor importante, la tranquilidad, el confort y la comodidad a la hora de comer son fundamentales. Ni que decir de los distractores, utilizados en ocasiones por los padres para alentar a los niños a comer, el uso de tablet, celulares, televisores, son elementos innecesarios e inaceptables en la mesa, pues la atención estará puesta en el aparato externo y no en el proceso de alimentación ni en el compartir con el otro.

¿Cómo los padres adquieren herramientas para enseñar a comer? Lo mas importante es dejarse guiar y consultar con un profesional experto, que realice una muy buena evaluación e identifique el canal sensorial por el cual se está dando la dificultad en el procesamiento de la información. El terapeuta ocupacional especialista en el abordaje de integración sensorial, es el profesional idóneo para realizar dicha labor.