Por: Nicolás Escobar Bejarano
El 20 de agosto de 1977 partieron desde el planeta tierra las naves gemelas llamadas “Voyager (I y II)”, palabra que significa en nuestro lenguaje castellano “viajero/a”. En poco menos de cinco décadas estos artefactos lograron lo que antes solo podíamos soñar: sobrevivir a ciegas en el espacio.
A una velocidad de 61.000 km/h, las gemelas Voyager están en este preciso momento recorriendo territorios desconocidos de nuestro basto sistema solar, deambulan a lo largo del cosmos llevando consigo los vestigios de un mundo que hoy es inexistente, por ejemplo, un Disco de Oro adherido a un lado de la sonda que lleva consigo fotografías y música de los años setenta.
Lo que hace décadas era un largo plazo hoy se a convertido en un futuro inevitable, probablemente dentro de poco los seres humanos tendremos la necesidad de mudarnos a un planeta similar al nuestro, pues no es vano que el multimillonario Elon Musk intente conquistar el espacio con su cohete SpaceX. Al parecer se equivocaba Marx cuando creía que el capitalismo terminaría con la existencia del planeta tierra, pues ya hay personas vendiendo paquetes turísticos a la luna.
El cambio climático es una cruel realidad, hemos producido tanta basura que logramos, entre otras cosas, perforar la capa de ozono, ahora los seres humanos somos testigos de la desgracia ambiental de nuestro tiempo».
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Lo preocupante del asunto no se centra en como o cuando llegaremos a otro planeta sino en los hábitos que exportaremos a este, es decir, ¿llevaremos la corrupción, la cultura de la muerte, el clasismo y la xenofobia con nosotros?, ¿habrá reyes y reinas en otro planeta?, ¿será traducida la biblia al lenguaje espacial?
El cambio climático es una cruel y silenciosa realidad, hemos producido tanta basura que logramos, entre otras cosas, perforar la capa de ozono, ahora los seres humanos somos testigos de la desgracia ambiental de nuestro tiempo, solo nos quedan años o a lo sumo décadas para que lo que hoy conocemos como civilización sea tan solo un viejo testamento; y mientras tanto, todos estamos enfocados en otra lógica, en la de consumir todo lo que nos venden, pues nos hemos creído con el derecho absoluto de derrochar los recursos naturales, pues mas vale una esmeralda que perforar una montaña entera y derrochar toneladas de agua para conseguirla.
¿En realidad queremos ir a un planeta diferente cuando en este hay personas comiendo basura?
Adenda: La pasada semana, cerca de 175 familias se vieron obligadas a desplazarse hacia el casco urbano del municipio de La Tola (Nariño), ¿el motivo?, los hombres armados del frente 30 de las Farc con integrantes de la “Segunda Marquetalia”, siguen bailando al cruel ritmo de la muerte.

