EDITORIAL

NARIÑO NECESITA AGUA POTABLE

En un departamento como el nuestro donde la carencia de agua potable, en especial en los sectores de la costa pacífica, ha sido un flagelo permanente durante años, noticias como las que entrega el Plan Departamental de Aguas en el sentido de haber consolidado proyectos por 93 mil millones de pesos, nos llenan de alegría, puesto que pensamos que con semejante inversión será mucho lo que se pueda hacer para que miles de personas en Nariño se vean beneficiadas.

Al respecto, muchas veces nos hemos sorprendido al darnos cuenta cómo en pleno Siglo XXI son cantidades los parajes de nuestro departamento de Nariño, que carecen de acueductos y, por lo tanto, no pueden disfrutar de un servicio tan vital como es el agua potable.

Es así como a través de los años hemos sido testigos de cómo esta falta de agua potable ha sido responsable de grandes problemas, en especial en lo que tiene que ver con la salud, con graves afectaciones en detrimento de la población infantil.

Nos referimos a una necesidad que durante mucho tiempo ha golpeado duro a las poblaciones de la costa pacífica de Nariño, donde como ha sido un mal endémico, las inversiones han sido pocas por parte de los gobiernos y las delicadas situaciones de orden público, generadas por diversos actores de la violencia, se constituyen en otra grave dificultad, la cual impide que el progreso llegue a estas regiones.

 

«Nos parece que la totalidad de los moradores del departamento merecemos tomar agua potable y por lo tanto nuestro llamado es para que se siga trabajando al respecto desde los diferentes frentes, como lo son también las plantas de tratamiento».

 

Por lo tanto, nos parece importante las funciones que viene desarrollando el Plan Departamental de Aguas, PDA, no solo en la costa, sino en diferentes sectores de la geografía nariñense.

En este orden de ideas, debemos referirnos a Puerto Remolino, corregimiento del municipio de Taminango, una población pequeña, puesto que su número de habitantes, no llega a los 3 mil. Pero, en cambio, por tratarse de una región, pletórica de atractivos turísticos, Puerto Remolino alberga los fines de semana, un enorme flujo de visitantes, que llegan a disfrutar de su maravilloso clima tropical, de sus balnearios y cabañas, sus árboles frutales. Por ello, la anunciada construcción de un acueducto en esta zona nos parece de transcendental importancia y sin duda alguna, cuando este proyecto se convierta en realidad, hará de este corregimiento un destino turístico de primer nivel.

Igualmente, consideramos que son excelentes noticias, la inversión que está haciendo el PDA para la recuperación de los acueductos veredales, averiados por las lluvias, los que son varios en la geografía nariñense. Al respecto nos parece que en desarrollo de esas obras de recuperación de los acueductos averiados, una gran ayuda podría ser aprovechar esa coyuntura para fortalecer sus estructuras y de esa manera hacerlos más resistentes a los embates de la naturaleza.

Lo importante ahora es que se continúe con este proceso y en especial en que se haga énfasis en la construcción de nuevos acueductos, sobre todo en las olvidadas zonas de la costa pacífica de Nariño.

Nos parece que la totalidad de los moradores del departamento merecemos beber agua potable y por lo tanto nuestro llamado es para que se siga trabajando al respecto desde los diferentes frentes, como lo son también las plantas de tratamiento.

Como lo expresa el título de esta nota Editorial, el departamento de Nariño y sus moradores deben disfrutar del agua potable en sus diferentes regiones y a eso le seguiremos apostando para bienestar de las comunidades y protección a la salud, con énfasis en nuestros niños y niñas.