EDITORIAL

INSEGURIDAD EN LA PANAMERICANA

De nuevo y con mucha preocupación nos tenemos que referir a los atracos que se vienen presentando en la vía Panamericana que une las ciudades de Pasto y Popayán.

De acuerdo con lo que nos han informado en las últimas horas esos hechos delincuenciales se incrementaron y varios vehículos, incluidos motocicletas, fueron interceptados por los delincuentes, quienes despojaron a los pasajeros de sus pertenencias de valor.

Todos sabemos que día a día esta importante vía nacional mueve entre los departamentos de Nariño y el Cauca a miles de viajeros, por lo que nos estamos refiriendo a una situación de mucha gravedad. De allí nuestro llamado para que se haga algo para enfrentar con decisión estos episodios de inseguridad que de nuevo se constituyen en un azote al que se le debe poner fin.

Lo cierto es que las estadísticas nos muestran que en la vía Panamericana que conecta a los dos departamentos mencionados, la zona roja, o sea el tramo infectado por los atracadores, se encuentra ubicada entre Remolino, en Nariño y Mojarras, en el Cauca, sectores que registran el mayor número de atracos.

 

«Es motivo de pánico saber que, según las más recientes informaciones, esos atracos en la vía Panamericana, ya no solo se limitan a las horas de la noche, sino que de manera insólita en estos instantes se registran a plena luz del día, lo que se nos antoja es una situación inconcebible, a la que se le debe poner remedio a la mayor brevedad posible».

 

Nosotros sabemos de la voluntad de ponerle fin a estos perjudiciales hechos delictivos por parte de nuestro gobernador Jhon Rojas Cabrera, quien se reunió con su colega del Cauca para estudiar las estrategias a desplegar para ponerle fin a estos constantes episodios de inseguridad.  Pero ahora vemos con bastante inquietud cómo en lugar de disminuir los atracos estos hechos delictivos han aumentado de manera considerable en este mes.

Por ello, de manera obligada, nosotros tenemos que preguntarnos cuál fue el resultado positivo del reciente encuentro que sostuvieron los mandatarios seccionales. Pero, sin el ánimo de querer endilgarle la culpa o la responsabilidad a alguien, tenemos que hacer constar que el 90 por ciento de estos actos delictivos se vienen perpetrando en territorio del departamento del Cauca.

También es motivo de pánico saber que, según las más recientes informaciones, esos atracos en la vía Panamericana, ya no solo se limitan a las horas de la noche, sino que de manera insólita en estos instantes se registran a plena luz del día, lo que se nos antoja es una situación inconcebible, a la que se le debe poner remedio a la mayor brevedad posible.

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Como ya lo hemos dicho, este problema de la inseguridad en la vía Panamericana, en el tramo entre Nariño y Cauca, no es nuevo, sino que se trata de una situación que se afronta desde hace varios años y que inclusive ha cobrado la vida de muchas personas, entre ellas varios conductores.  Es así como recordamos que no hace mucho tiempo las empresas transportadoras se vieron obligadas a suspender el despacho de sus vehículos en horas de la noche, ante el acoso de las bandas delincuenciales.

Ahora, de acuerdo con los reportes que tenemos, los delincuentes han ganado en osadía y salen a cometer sus fechorías en el día. Esto nos indica que en la Panamericana hace falta la presencia del Estado representada en la Fuerza Pública, lo que naturalmente está siendo aprovechado por los atracadores para hacer de las suyas a costa de los desprotegidos viajeros.

La manifiesta inseguridad en la carretera fue la causa para que en las últimas horas de nuevo se llamara a reunión de las autoridades en nuestro departamento de Nariño. Esto nos parece bien, pero la lógica nos muestra que si en el vecino departamento del Cauca no se extreman las medidas de prevención como la presencia en la vía de la Fuerza Pública, vamos a seguir en las mismas con los atracadores robando a su antojo, en una pesadilla que debe tener fin, puesto que las cosas están pasando de castaño a oscuro.