Ismael Botina popular maestro Buchón, a raíz del desbordamiento de la violencia en Pasto, levanta la mano y propone en medio de las discusiones del honorable Concejo Municipal de Pasto, que regrese el ‘alcalde nocturno’, como medida para frenar el desorden. Algo debemos de hacer para encontrar entre todos una solución que nos regrese a disfrutar de los espacios públicos, para poder comprar mil pesos de pan en la tienda de la esquina; que los vecinos puedan reunirse en la acera del barrio. Que vuelva la paz, para que las serenatas se escuchen en las noches, que las señoras puedan lucir sus candongas; que las plazas de mercado sean el encuentro de todos; que vuelva la tranquilidad para que nuestros niños puedan jugar en la calle; que los jóvenes disfruten de sus bailes y carcajadas propias de la edad.
Estas cosas tan sencillas pero tan significativas son la paz y la tranquilidad de una sociedad.
Pero, que se vaya por la calle lleno de zozobra por el miedo a que lo atraquen, que no se pueda ir a la plaza de mercado a regodear por un atado de cebolla; que los niños no sepan el significado de una serenata; que los novios ya no puedan encontrarse a solas para sus cuitas amorosas, es violencia.
Toda propuesta es válida en estos momentos. Por eso, yo propongo que vuelva el ‘alcalde nocturno’, que se inventó Navarro, una novedad nacional.
Esa figura llena de anécdotas es digna de recordarse. La fórmula funcionaba de esta manera: doce horas, desde las 6 am hasta las 6 pm, la responsabilidad de manejar la ciudad era de Navarro, y, desde las 6 pm hasta las 6 de la madrugada del otro día, responsabilidad del ‘alcalde nocturno’.
Algo así como los taxistas que trabajan 24 horas. Al entregar el turno le daba un reporte de las novedades. El ‘alcalde nocturno’ andaba patrullando la ciudad y atendía cualquier brote de violencia que se presentaba. La cosa funcionó hasta que llegó el final, cuando un abogado demandó la figura por inconstitucional.
¡Que vuelva el alcalde nocturno! Qué tal por ejemplo que desde las seis de la tarde quedemos en manos de Nicolás Toro, y al otro día entregue su turno con un reporte de las novedades. Todos pongamos el pecho a la crisis y busquemos soluciones.
La figura fue tan novedosa que varias ciudades vinieron con sus delegaciones a conocer sus experiencias. Cada mañana los noticieros daban el reporte del mandatario nocturno de sus novedades.
Cualquier propuesta. Así sea descabellada la debemos de escuchar y analizar, algo debemos de hacer para que la ciudad no sea tomada por la delincuencia. Lo sucedido esta semana, cuando tres bandidos atracan una pizzería donde sus clientes eran niños y jóvenes, rebotó la copa.
El ‘alcalde nocturno’ despertó la solidaridad, en los barrios se instalaron alarmas que sonaban apenas aparecía gente sospechosa.
Toquémonos… todos son parte de la solución.
POR: MANUEL ERASO

