Con el retorno gradual presencial de los niños y adolescentes a los colegios en Colombia, ellos son quizá los más beneficiados. Si bien se han hecho algunos pilotos exitosos con la educación virtual, el desarrollo de habilidades sociales que permite la presencialidad es inigualable.
Teniendo en cuenta esa consideración, una alianza entre la Unicef, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (Ficr) desarrolló una guía con recomendaciones para reducir los efectos del coronavirus en el aprendizaje y bienestar de los más pequeños.
Entre los puntos que aconsejan está el de mantenerse bien informado. Las noticias falsas generan más pánico y pueden manipular el comportamiento de las personas. La primera recomendación de la guía tiene que ver con estar al día de todas las actualizaciones que surjan frente al coronavirus y su transmisión.
El llamado es a consultar fuentes confiables y evitar caer en cualquier tipo de rumor que circule por internet. Hay que tener en cuenta que, entre más informado, podrá tomar mejores decisiones respecto al desarrollo escolar, pedagógico y social de su hijo.
por otra parte, el viejo refrán ‘La mejor forma de enseñar es con el ejemplo’ vuelve a ponerse de relieve en estos tiempos de coronavirus. Un correcto lavado de manos y un buen uso del tapabocas por parte de los padres son fundamentales para que los hijos apliquen medidas biosanitarias de forma precisa. Para que los pequeños comprendan que la única forma de cuidar a todos es cuidándose a sí mismos, es imperioso que sus cuidadores prediquen con su comportamiento.
Las enfermedades psicosomáticas son una realidad que afecta bastante a la población infantil y juvenil. Por mucho que la sociedad se acerque a la ‘vieja normalidad’, aún no es momento de cantar victoria. Todavía falta un buen trecho para volver a aguas calmas. Anime a sus hijos a que expresen con libertad sus sentimientos con usted y los profesores que los acompañan en su jornada escolar.
Recuerde que no todos reaccionan de la misma forma frente al estrés. De ahí que se recomiende tener comprensión y paciencia en el momento de indagar por sus emociones.
El uso de tapabocas y el distanciamiento social son indispensables en el interior de los salones de clases. Las autoridades son claras: “Si su hijo no presenta ningún síntoma, como fiebre o tos, lo mejor es mantenerlo en la escuela, a menos que se haya emitido un aviso de salud pública u otra advertencia pertinente o un consejo oficial que afecte a la escuela”. Esta es la ‘tarea’ que deben compartir padres e hijos: la ética del cuidado.
Por: Manuel Antonio Rosero Trejo

