1. Volver a horarios regulares
- Establece horas fijas para comidas y sueño.
- Esto ayuda a regular la glucosa y el apetito.
2. Hidratarse bien
- Agua como bebida principal (6–8 vasos al día).
- Puedes incluir infusiones sin azúcar (manzanilla, hierbabuena, jengibre).
3. Reducir gradualmente el azúcar
- Evita bebidas azucaradas, postres diarios y pan blanco.
- Cambia por fruta entera, avena, y harinas integrales.
4. Comidas sencillas y reales
Prioriza:
- 🥬 Verduras (crudas y cocidas)
- 🥚 Proteínas: huevo, pescado, pollo, leguminosas
- 🥑 Grasas buenas: aguacate, aceite de oliva, frutos secos
5. Movimiento suave
- Caminar 20–30 minutos, estiramientos o bici.
- No es momento de “matarse” en el gimnasio si vienes de sedentarismo.
6. Dormir mejor
- Dormir mal aumenta el deseo por azúcar y harinas.
- Intenta acostarte y levantarte a la misma hora.

