La construcción de la Línea 1 del Metro de Bogotá avanza con fuerza en 2025 y se consolida como uno de los proyectos de infraestructura más importantes en la historia de la ciudad. Según los reportes oficiales más recientes, la obra supera ya el 67 % de ejecución, un avance significativo que comienza a verse en distintos puntos de la capital.
Uno de los hitos más destacados es la construcción del viaducto elevado que recorrerá gran parte del trazado. Hasta el momento, se han completado cerca de nueve kilómetros de esta estructura, visibles en corredores como la Avenida Caracas y sectores de la Calle 1ª hasta la Calle 72. Este progreso ha permitido que los ciudadanos dimensionen por primera vez la magnitud del proyecto.
El avance también es notable en las 16 estaciones previstas, varias de las cuales ya muestran cimentaciones, columnas y niveles superiores en desarrollo. Cada una de estas estructuras está diseñada para integrarse con el sistema de transporte existente, incluyendo TransMilenio y otras rutas del SITP, con el fin de facilitar la movilidad intermodal.
Otro punto clave del proyecto es el patio taller, espacio donde se harán las labores de mantenimiento y pruebas de los trenes. Su construcción supera el 70 % y se ha convertido en uno de los frentes de obra más activos. Allí ya reposan los primeros trenes que llegaron al país, los cuales están iniciando procesos de verificación técnica y ensamble, un paso crucial hacia la futura entrada en operación.
Impacto urbano y mejoras esperadas
El desarrollo del Metro no solo transformará la movilidad de Bogotá, sino también su paisaje urbano. La Línea 1, que conectará a Bosa con la Calle 72 a lo largo de casi 24 kilómetros, busca reducir significativamente los tiempos de desplazamiento entre el sur y el norte de la ciudad. Trayectos que hoy pueden tomar más de una hora podrían reducirse a menos de 30 minutos una vez el sistema esté en funcionamiento.
Además, se espera que las zonas aledañas a las estaciones experimenten procesos de renovación urbana, nuevos desarrollos comerciales y mejoras en el espacio público. El proyecto está diseñado para operar con trenes automáticos de alta capacidad y frecuencia, un salto tecnológico en comparación con los sistemas actuales de buses.
Retos y lo que falta por completar
Pese a los avances, la construcción enfrenta desafíos importantes. El desarrollo de un viaducto de gran escala en zonas densamente pobladas implica cierres viales, desvíos y afectaciones temporales en la movilidad, factores que han generado molestias entre algunos habitantes y comerciantes.
Aún deben completarse varios tramos del viaducto, finalizar las estaciones, instalar sistemas eléctricos y de automatización, y realizar pruebas de integración y seguridad. Estos procesos son indispensables para garantizar la operación futura y cumplir con los estándares internacionales de transporte masivo.
Las autoridades mantienen la meta de avanzar conforme al cronograma establecido, de manera que el proyecto ingrese a su fase de pruebas completas en los próximos años.
Conclusión
El Metro de Bogotá avanza a un ritmo que permite ver resultados concretos: estructuras visibles, trenes en proceso de adecuación y estaciones en construcción. Aunque todavía queda un camino largo antes de su inauguración, el progreso actual ofrece un panorama alentador para una ciudad que lleva décadas esperando un sistema de transporte masivo ferroviario.

