Durante una visita a Bruselas, el presidente colombiano Gustavo Petro propuso que Qatar actúe como mediador para que Estados Unidos detenga su despliegue militar en aguas del Caribe frente a la costa venezolana.
Según Petro, EE.UU. ha llevado a cabo ataques a embarcaciones que, presuntamente, transportaban drogas. En al menos uno de estos casos, dijo tener indicios de que colombianos podrían haber estado a bordo, aunque no ha presentado pruebas concluyentes.
Petro calificó esos ataques de «desproporcionados» y los comparó con asesinatos, argumentando que una interdicción debería hacerse principalmente con captura y no con destrucción.
Reacciones y contexto
La Casa Blanca
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le pidió a Petro una retractación por afirmar que ciudadanos colombianos murieron en uno de esos ataques militares, calificando la afirmación como infundada.
El gobierno de EE.UU. defiende estas operaciones como parte de su lucha contra el narcotráfico, intentando interrumpir rutas de droga que pasan por el Caribe.
Maduro, presidente de Venezuela, ha negado que su país sea un punto clave para el narcotráfico global.
