Organizaciones de Colombia y Ecuador firmaron un acuerdo para fortalecer la red de casas de acogida en la zona de frontera.
En un esfuerzo conjunto por consolidar espacios seguros para mujeres en situación de vulnerabilidad, se llevó a cabo en la ciudad de Tulcán, Ecuador, un encuentro binacional que reunió a organizaciones sociales, religiosas y comunitarias de ambos países. La jornada concluyó con la firma de un acuerdo que permitirá fortalecer la red de casas de acogida para mujeres migrantes en tránsito y víctimas de violencia, ubicadas en los departamentos y provincias fronterizas.
La iniciativa responde a compromisos adquiridos hace un año en reuniones anteriores, donde se reconoció la necesidad urgente de articular acciones entre Colombia y Ecuador para proteger los derechos de mujeres que atraviesan situaciones críticas durante su movilidad.
Protección
Durante el evento, se reiteró que las casas de acogida brindan atención integral a mujeres que han sido víctimas de violencia física, psicológica, sexual o económica. También están dirigidas a mujeres en tránsito que, al cruzar la frontera, se enfrentan a condiciones de alto riesgo como explotación, trata de personas o abandono institucional.
El padre Diego Meza, representante de la Pastoral Social de la Diócesis de Ipiales, destacó que esta articulación regional busca reforzar el trabajo en red entre los centros de atención ubicados en Tulcán, Ibarra, Lago Agrio (Ecuador), así como en Ipiales y Pasto (Colombia). “Las casas de protección están en diferentes ciudades estratégicas. Estuvimos reunidos dando cumplimiento a unos compromisos adquiridos desde hace un año, y hoy lo formalizamos con la firma de este acuerdo”, indicó.
Refugio
Entre las entidades participantes se encuentra la Casa Ruth, con sede en Ipiales, un centro que funciona bajo el acompañamiento de la Iglesia Católica y que ha venido ofreciendo atención con enfoque cristiano y de género. Este espacio brinda asistencia espiritual, emocional y legal a mujeres víctimas de violencia, y se ha consolidado como un referente en la región para la protección de los derechos humanos de las mujeres.
Cada casa involucrada en esta red ofrece servicios adaptados a las condiciones locales, pero todas comparten el objetivo común de salvaguardar la vida, dignidad y derechos fundamentales de las mujeres que acuden a ellas en busca de auxilio.
Compromiso
El acuerdo firmado en Tulcán no solo sella un compromiso ético y social, sino que marca una hoja de ruta para la implementación de acciones conjuntas a corto y mediano plazo. Entre los puntos destacados está el fortalecimiento de las rutas institucionales, el intercambio de experiencias, la capacitación constante de los equipos interdisciplinarios y la búsqueda de recursos económicos y técnicos provenientes de organismos de cooperación internacional.
Además, se acordó que esta red será monitoreada periódicamente, a través de reuniones semestrales en diferentes puntos de la frontera colombo-ecuatoriana, para evaluar avances, identificar desafíos y rediseñar estrategias según las dinámicas migratorias y sociales del contexto actual.
El evento fue un llamado a la acción a los gobiernos, instituciones públicas, entes de cooperación y ciudadanía en general, para continuar construyendo una frontera humana, solidaria y libre de violencia contra las mujeres.

