A sus siete años, Martín Caratar ya es un nombre reconocido en redes sociales. Con una energía desbordante y una curiosidad inagotable, este niño de Pasto ha encontrado en TikTok e Instagram un espacio para compartir sus aventuras, explorar nuevos lugares y conectar con su audiencia. Su contenido, administrado por su mamá, refleja su esencia: autenticidad, alegría y un deseo inmenso de aprender.
Martín recuerda que desde pequeño sintió fascinación por la música y los videos. Su inspiración nació viendo YouTube, donde descubrió que podía contar historias y compartir sus experiencias. Su primer video surgió de manera espontánea, preparando una torta de banano junto a su mamá. Lo que comenzó como un juego, pronto se convirtió en una forma de expresar su creatividad.
«Siempre veo lugares y digo: ‘¡Vamos a grabar aquí!’. Yo aporto mis ideas, mi mamá también, y juntos decidimos qué hacer», cuenta emocionado. Para él, la creación de contenido es un trabajo en equipo donde cada video es una oportunidad para descubrir algo nuevo. Desde recorrer rutas desconocidas hasta probar sabores que jamás imaginó, cada experiencia le ha dejado una enseñanza.
Pero lo que realmente lo llena de emoción es cuando lo reconocen en la calle. «Me siento muy feliz cuando me saludan o me comentan cosas bonitas en mis videos», dice con una sonrisa. Su comunidad crece día a día, y él sueña con llegar aún más lejos.
«Mis planes a futuro son convertirme en un youtuber muy reconocido. Quiero mostrar la cultura de nuestro país, los lugares de donde vengo, mis experiencias. Sé que lo voy a lograr», afirma con determinación.

