El esperado live action de ‘Blancanieves’, protagonizado por Rachel Zegler y Gal Gadot, llegó a las salas de cine en medio de controversias. Con un puntaje inicial del 43% en Rotten Tomatoes, esta nueva versión ha quedado por debajo del 68% que obtuvo ‘La Sirenita’ en su debut. A pesar de su espectacular estética visual, la película ha levantado opiniones encontradas entre críticos y audiencias.
Recaudación inicial
La cinta comenzó su recorrido en taquilla con 3.5 millones de dólares recaudados en sus funciones de preestreno. Durante su primer fin de semana, Disney proyecta ingresos globales cercanos a los 100 millones de dólares, combinando un estimado de 45 a 55 millones en Estados Unidos y otros 50 millones a nivel internacional. Estas cifras, aunque moderadas, reflejan un desempeño alineado con películas como ‘Dumbo’ (2019) pero lejos del éxito de ‘La Sirenita’ en 2023, que debutó con 95 millones de dólares solo en el mercado estadounidense.
Una versión más inclusiva y feminista
Disney presentó esta adaptación como un giro moderno e inclusivo del clásico de 1937. Blancanieves, ahora interpretada por Rachel Zegler, es una heroína intrépida y justa, mientras que el príncipe ha sido reinventado como un ladrón al estilo de Robin Hood. Sin embargo, estas modificaciones, consideradas superficiales por algunos críticos, no han logrado desvincular a la película de los estereotipos que buscaba combatir.
Entre los cambios más notables está la eliminación de los tradicionales siete enanitos, reemplazados por criaturas mágicas generadas por computadora. Esta decisión, motivada por críticas de actores como Peter Dinklage, ha generado opiniones divididas, especialmente dentro de la comunidad de actores con enanismo.
Reacciones y controversias
La película enfrenta múltiples polémicas, desde acusaciones de racismo hacia Rachel Zegler por ser una actriz latina interpretando a Blancanieves, hasta llamados al boicot por la elección de Gal Gadot como la Reina Malvada debido a sus posturas sobre temas políticos internacionales.
A pesar de ello, esta versión dirigida por Mark Webb mantiene su conexión con el original, conservando canciones icónicas como “Heigh-Ho” y aportando nuevas melodías al estilo de Zegler, conocida por su talento vocal. La producción, que costó cerca de 270 millones de dólares, busca replicar el éxito de otros remakes de Disney como ‘El Rey León’ o ‘Aladdín’, aunque el impacto inicial parece moderado.