Se conoció que la Casa de Nariño hará la inversión de 87 monedas de bronce con un valor de $5 millones de pesos. Recubiertas en oro de 24 quilates, las cuales serán utilizadas en actividades protocolares del presidente Gustavo Petro. Ante esto, la senadora María Fernanda Cabal arremetió ante este nuevo gasto.
Así mismo, se conoció por parte de la Jefatura de Protección Presidencial justificó esta inversión debido a que es normal que los diferentes estados se entreguen regalos, así mismo, que estas monedas dan parte la muestra cultural que tiene el país; por lo cual es importante para cumplir está traducción.
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De igual forma, se conoció que las monedas tendrán tres mariposas en los colores de la bandera nacional: amarillo, azul y rojo; además tendrán inscritas la frase: “Colombia potencia de la vida”. Esto en vista de generar los diferentes regalos en las visitas del mandatario nacional.

Por esta situación, la senadora María Fernanda Cabal respondió a este gasto en redes sociales, donde resaltó que el gobierno se declaró en falta de recursos, pero pese a esto decide hacer esta inversión, además de introducir una nueva reforma tributaria, la cual votaran de forma negativa.
Declaraciones de la senadora
Mientras hacen gastos absurdos para complacer al que se siente «rey de la galaxia» nos anuncian una reforma tributaria que votaremos NEGATIVA. No más impuestos y menos para el derroche. Gastar dinero cuando no hay suficiente también es corrupción.
María Fernanda Caballoading...
¿Está situación se ha repetido?
Recordemos que durante el mandato de Iván Duque se realizó una compra significativa de estas monedas, lo que en su momento generó polémica.En septiembre de 2021, cuando se supo que el gobierno de Duque había adquirido unas 1.400 monedas de bronce recubiertas en oro de 24 quilates, muchos sectores causaron revuelo por esto.

Adicionalmente, en el año 2023, la administración de Petro firmó un contrato similar por cerca de $10 millones para la compra de monedas conmemorativas, por lo cual generó malestar este nuevo contrato e indignación.

