Este viejo adagio hace referencia a este hermoso oficio, encaminado al diseño, confección y elaboración del calzado, tanto para damas, caballeros y niños. Que llegan a ser verdaderas obras de arte, por su acabado, calidad, embellecimiento y duración, que se logran en los talleres, en donde su propietario con gran experiencia abre las puertas a muchos jovencitos en el aprendizaje de la zapatería.
Al visitar una fábrica de calzado, encontramos a sus operados laborando en las mesas de trazado y de corte. Otros sentados en sus bancos, con sus planchuelas, haciendo uso de cueros, suelas, tacones, puntillas, pegantes, hormas, planchuelas, martillos, tenazas, plantillas, telas para repujados, tintas y betunes de distintos colores, con cepillos y franelas para el brillado del calzado. Tareas semanales que se entregan por docenas a los almacenes en el centro de Pasto.
Cuando niño visitaba al maestro Olmedo Guerrero, padre de Arturo “el Zurdo” Guerrero, un gran futbolista; como también a Cástulo Enríquez y Guillermo “el Gatico” Realpe, quienes tenían su tallar en el barrio Obrero. Don Antonio Hormaza en el Tejar, fundó el Club Boca Junior. El abogado, periodista deportivo y exconcejal de Pasto, Juan Marcelino Unigarro con su fábrica de calzado en el barrio San Martín y Flavio Erazo propietario de “El Príncipe” en Santa Mónica.
El maestro Carlitos Cabrera, con su taller en el barrio Lorenzo de Aldana, llegó a ser presidente de la Liga de Fútbol de Nariño y don Edmundo España Moreno con su zapatería frente a la Casa Mettler, hoy radicado en Nueva York. A ellos se les unen Ángel Arturo, Luis “el Negro” y Julio “el Puntilla” Arciniegas con sus talleres en la Avenida Colombia, todos directivos y jugadores del Club Deportes Pacífico, en donde debuté en primera y primera especial en 1969.
Colón Citelly una de las primeras glorias del ciclismo nariñense, con su taller en el barrio San Felipe. Rafael “el Chachi” Giraldo, encargado de las llaves del estadio Libertad por muchos años. Julián Moncayo con su zapatería en el Parque Infantil. Héctor Favio Franco con sus inicios en la zapatería, propietario de Ortopédicas San Carlos y fundador de varios equipos de fútbol.
Muchos zapateros llegaron a pertenecer al Colegio de Árbitros de Fútbol de Nariño, como don Luis “Machete” Torres con su taller en el barrio la Aurora. Guillermo Ortega quien llegó a la presidencia, acompañado de José Dolores Fuenmayor, su hijo Armando “el Gato” Fuenmayor, Roberto “Chocolate” Mideros, José Rodrigo y Nevar Alejandro David, Roberto Achicanoy, Flavio Erazo y Bolívar Burgos especializado en la fabricación de los balones Hérida de fútbol. Como también Flavio Erazo en Villaflor.
Los jugadores de los clubes Bucanero y Salinas, Javier y Henry Moncayo, Rodrigo, Luis y Nevar David, Gerardo “Lalo” Burgos, Edgar Benavides y Henry Unigarro con su Clínica de Calzado Unigarro. Jorge “Umaña” Angulo con su taller en el barrio San Vicente.
“El Lunes del Zapatero”, paralizaban sus labores habituales, dedicándose a la compra de materiales. Sacaban tiempo a la semana para cumplir con los entrenamientos en sus clubes deportivos. Gracias a este gremio por seguir dejando sus huellas y su prestigio a nivel nacional e internacional.
Por: Jorge Enrique Tello Chávez