Cada 20 de junio se conmemora el Yellow Day, una fecha promovida como el día más feliz del año. Aunque no está respaldado por estudios científicos concluyentes, esta celebración ha ganado visibilidad desde 2005, cuando fue propuesta como una forma de contrarrestar el Blue Monday, etiquetado como el día más triste.

El término “Yellow Day” hace alusión al color amarillo, símbolo universal de felicidad, energía y vitalidad. Psicólogos y meteorólogos coinciden en que, durante esta jornada, ciertas condiciones climáticas y sociales se combinan para fomentar un mejor estado de ánimo generalizado.
¿Qué lo convierte en un día especial?
En el hemisferio norte, el 20 de junio suele coincidir o acercarse al solsticio de verano, el momento del año con mayor cantidad de horas de luz solar. Este simple cambio ambiental puede provocar un impacto emocional significativo, al hacernos sentir que el día “rinde más” y que hay más tiempo para disfrutar.
A esto se suman otros factores:
- Aumento de temperaturas agradables, propicias para actividades al aire libre.
- Inicio de vacaciones escolares en muchos países.
- Jornadas laborales más flexibles o de verano.
- Proximidad a fechas de pago o bonificaciones.
- Mayor socialización en espacios públicos.
La combinación de todos estos elementos —clima, luz, tiempo libre y conexión con otros— crea un escenario ideal para que las personas se sientan más animadas.
Una invitación a vivir el presente, sin presión
No obstante, especialistas como la psicóloga Pilar Conde recuerdan que no debe tomarse como una imposición emocional. “Es una invitación a disfrutar del momento si se puede, pero sin autoexigencia ni comparación con los demás”, explica.
El Yellow Day no se trata de alcanzar una felicidad obligatoria, sino de reflexionar sobre cómo el entorno incide en nuestro bienestar. Quizá no todos se sientan radiantes ese día, y eso también está bien.
¿Cómo celebrarlo?
Algunas ideas para disfrutarlo pueden incluir dar un paseo al sol, planear un picnic, reunirse con amigos, escuchar música positiva o hacer algo creativo. Incluso acciones pequeñas, como vestir de amarillo, compartir un mensaje alegre o simplemente respirar profundamente al aire libre, pueden aportar sensación de bienestar.
En tiempos donde el estrés parece una constante, el Yellow Day ofrece un recordatorio amable: aún hay espacio para las pequeñas alegrías.
