POR: CARLOS ALVAREZ
El líder chino completó una década en el poder y fue reelegido por un período más, convirtiéndose después del fundador Mao Zedong el hombre más poderoso de la segunda potencia mundial y por consiguiente uno de los más influyentes líderes en el mundo actual. Se abre una era de presencia global en todos los asuntos de dominio del mundo, hasta hace poco monopolizado por los Estados Unidos, Europa y Rusia. Esto quiere decir que muy seguramente será árbitro en los conflictos mundiales y las potencias occidentales tendrán que mirar a China.
La segunda reelección fue gracias a una reforma de la constitución desde 2018 en que permite reelección indefinida, remplazando la norma de dos períodos de cinco años. En el Consejo Permanente de China estarán los siete personajes más influyentes de China.
Ahora habrá que ver como se preparan en el mundo los demás países y particularmente de América Latina donde ya existen importantes “cabeza de playa” incluida Colombia; las grandes obras públicas como el metro de Bogotá y el creciente comercio colombo chino. Cada día vemos por las calles transitar vehículos chinos, e infinidad de mercancías de alta utilidad, contrariamente a lo que sucedía hace unos pocos años donde se veían baratijas de baja calidad.
China ha incrementado sorprendentemente durante los 10 años de Xi el poder militar hasta el punto de convertirse en un explorador del espacio, juntamente con la eliminación de las disidencias dentro del partido, aumentando el poderío de líder. Xi ha demostrado que no necesita de Estados Unidos pero habrá que esperar las movidas respecto de sus alianzas económicas y de expansión.
Respecto del presidente Petro, seguramente habrá acercamientos lejos de cualquier ideología, pero con una cooperación más estrecha, contrariamente a los gobiernos anteriores, particularmente el de Duque. En lo que resta del año se notará seguramente un cambio.