Todos los candidatos hablan y coinciden en combatir los problemas estructurales y sobre todo del cambio; de eso ya estamos cansados y pareciera escucharse lo mismo de siempre, sin embargo, como lo muestran las encuestas, Petro es primero, y no solamente porque es el líder del movimiento político con mayoría en el nuevo Congreso, sino porque considero que explica bien el cómo solucionar las falencias desde el sentido natural, sin desconocer nuestra idiosincrasia política.
El estallido social – aún no entendido completamente – lleva en sus cuestas una violencia con muertos creada por varios sectores, además, los bloqueos perjudican considerablemente las economías básicas. Todos proponen acabar con el hambre para evitar paros, pero, ¿quién tiene en su experiencia esa lucha social?, ya lo vivimos con Duque y no lo manejó bien o las directrices que recibió tenían intereses particulares. Lo grave ahí es que los más afectados fuimos todos los colombianos sin importar el estrato.
«Todos los candidatos dicen ser el cambio; de eso ya estamos cansados y pareciera escucharse lo mismo de siempre».
Todos sugieren combatir la corrupción, pero el líder de las encuestas, explica que se debe investigar a los poderosos, a través de entregarle competencia a una comisión judicial de la ONU para poder condenar a los intocables políticos, es paradójico saber que el único país donde no hay presos por Odebrecht es Colombia. Algo similar a lo que hicieron Uribe y Santos con las Farc, bombardear al secretariado, no a los guerrilleros rasos.
Todos concuerdan en que Colombia es un país rico en tierras y agricultura. Pero hasta ahora únicamente le he escuchado al exalcalde de Bogotá, atreverse a proponer que los dueños de grandes extensiones de hectáreas improductivas, resalto improductivas, las deben poner a que sean fructíferas o pasan a ser manejadas por el Estado. Lo anterior es un sentido natural para generar más agricultura, incluso, de exportación.
Todos los candidatos dicen ser el cambio, pero el líder del Pacto Histórico, y por algo puntea en todos los sondeos, recomienda cambios estructurales que impactan en los poderosos o en los ‘dueños’ de los principales sectores de la economía nacional, es decir, buscar equidad y no concentración de poder en la administración de salud, de infraestructura o de conveniencia de importaciones.
Por: Emilio Jiménez Santiusti

