Carlos Santa María.

¿Volverse viejos antes de tiempo?

La vejez es el proceso de envejecimiento de cualquier ser vivo en la medida que transcurre su propio tiempo. Por tanto, es lógico e irreversible.

Sin embargo, hay dos hechos al respecto: un miedo atroz a que pasen los días de tal modo que llegue un momento en que se vea la muerte cercana y los mecanismos que puede emplear cualquier persona inteligente para vivir pleno retardando este proceso.

En cuanto a lo segundo, es importante advertir tres riesgos en que se sumergen muchos al no saber cómo avanzar con sabiduría.

Primero, hacer suyas las cargas que otros soportan tomándolas como propias de tal modo que se pase un largo tiempo sufriendo incluso los éxitos de otros. Esto provoca arrugas, genio adverso, alteración del comportamiento, todo lo cual se transforma en la pérdida de vitalidad.

Segundo, no entender que la serenidad interior es un factor decisivo para ser joven por siempre ya que no superar la tensión cotidiana, enfocar incorrectamente las dificultades, culpar a otros de sus propios errores, son algunos de los elementos que impiden mirar la vida sin alta presión. Tercero, mantenerse activo en la medida de las posibilidades hace efectivo el principio fundamental del movimiento, por el cual el cuerpo se oxigena, transpira, crece en salud, lo que impide que las células se afecten básicamente.

loading...

 

«Enseñar a ser joven siempre sin avejentarse prematuramente y aprender a compartir generosamente son secretos maravillosos».

 

El concepto fundamental a partir de la Humanología para las personas mayores de cincuenta años es el de adulto avanzado, quien vive cada día como si fuera el primero, goza cada instante que puede, hace de su trabajo un espacio de autorrealización y se compromete con su colectividad en una transformación social ineludible.

Los efectos positivos aplicados en sectores con discapacidad, con depresión, que asisten al médico regularmente, aunque no haya necesidad, quienes requieren conversar producto de soledades adquiridas o bailar simplemente, entre otras, han podido ver éxitos reales que les permiten transitar con mayor seguridad en la sociedad.

Enseñar a ser joven siempre sin avejentarse prematuramente y aprender a compartir generosamente son secretos maravillosos.

 Por: Carlos Santa María