Vayamos con Jesús
Con el Domingo de Ramos los cristianos entramos hoy en la Semana Santa, para celebrar el misterio central de nuestra fe: la Pasión, Muerte y Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo.
Hoy nos encontramos con dos evangelios: Lucas 19,28-40, que nos recuerda la entrada de Jesús en Jerusalén y que recordamos con a procesión de Ramos. Pero también el relato de la Pasión del Señor, en los capítulos 22 y 23 del mismo evangelista.
Este día es un verdadero carrusel de emociones, que empiezan por la alegría del ingreso a Jerusalén, pasan por el sufrimiento, la sorpresa, la traición, hasta el dolor y la tristeza de la muerte. No obstante, en ese montón de emociones tan diversas, Jesús avanza, no se detiene en caminar hacia su misión.
A quienes como católicos tienen la intención de asistir a las celebraciones que se tendrán en todos los templos de la diócesis, les propongo estas tres actitudes para vivir con mayor provecho este y los siguientes días santos.
Implicarse
No asistamos a los días santos como simples espectadores que van a ver decoraciones, o a “curiosear” las procesiones o las ceremonias.
Vayamos dispuestos a dejar que cada momento de estos días santos nos toquen profundamente y nos cuestionen. Vayamos a cada acto religioso de la Semana Santa para preguntarnos: ¿cómo ilumina esta celebración mi vida?
Si damos este paso: de espectadores a participantes activos, les aseguro que la experiencia no nos dejará indiferentes sino que nos iluminará.
Contemplar
Como les decía, vayamos más allá de las decoraciones, de los adornos. Esta no es una semana cultural sino un tiempo de gracia, de fe.
Contemplar es una actitud que brota de la fe, del deseo de leer lo que Dios tiene para decirnos en cada gesto, en cada acontecimiento que nos recuerdan estos días santos.
Vayamos a cada celebración con corazón de creyentes y con ojos que contemplan y se dejan sorprender por el amor que Dios nos deja saber a través de la manera como Jesús afronta cada momento.
Aprender
Qué bueno que nos pongamos el reto de cada día llevarnos a casa un aprendizaje, una frase de alguno de los textos bíblicos, de las homilías, que nos sirva para la reflexión y para poner en práctica en nuestra vida.
Nos ayudará mucho para hacer de este tiempo santo una verdadera escuela a los pies de Jesús. Que al terminar estos días podamos decir que aprendimos algo, que nos llevamos algo que nos animará en el camino de la vida.
Se han reactivado tantas cosas luego de largos meses de restricciones; reactivemos también nuestra fe, salgamos, volvamos a los templos, participemos con responsabilidad: usemos las mascarillas.
Por: Mons. Juan Carlos Cárdenas Toro

