En las tranquilas zonas rurales de la capital nariñense, un destino natural se ha ganado el corazón de quienes buscan escapar de la rutina de la ciudad y sumergirse en un entorno lleno de paz y belleza: la cascada Quilinzayaco. Considerada una de las más lindas de Nariño, esta majestuosa caída de agua se ha convertido en un lugar de encuentro para turistas y locales, quienes, además de disfrutar de un paisaje impresionante, viven la experiencia de una caminata que les permite conectarse profundamente con la naturaleza.
Aire fresco
El acceso a este paraíso natural implica una caminata que, aunque desafiante por momentos, recompensa a los caminantes con vistas que cortan la respiración. Al adentrarse en el sendero, el aire fresco y puro que caracteriza a las zonas rurales de Pasto se convierte en un aliciente para continuar, mientras el sonido relajante del agua cayendo desde las alturas acompaña cada paso. La caminata hacia la cascada se ha convertido no solo en una actividad recreativa, sino también en una oportunidad para fortalecer los vínculos familiares y hacer nuevas amistades.
Vanessa Hidalgo, una de las caminantes que ha tenido el placer de disfrutar de esta experiencia, destacó lo enriquecedora que fue para ella. «Salir de la rutina de la ciudad, conectar con la naturaleza, y estar rodeado de gente que valora estos espacios es realmente especial», afirmó Hidalgo. Para ella, cada paso hacia la cascada fue una oportunidad para desconectar del bullicio urbano y reconectar con lo esencial. «Es un espacio perfecto para respirar aire puro, para compartir en familia, y también para reflexionar sobre la importancia de cuidar estos paisajes tan maravillosos», agregó.
Conexión
La cascada Quilinzayaco es el lugar ideal para quienes desean escapar de la vida acelerada de las ciudades y experimentar el bienestar que solo la naturaleza puede ofrecer. A lo largo del camino, los visitantes tienen la oportunidad de observar una biodiversidad única, que incluye árboles, plantas, y aves propias de la región, lo que convierte la caminata en un recorrido que nutre tanto el cuerpo como la mente. Además de ser un lugar para disfrutar de la belleza natural, Quilinzayaco se ha convertido en un destino turístico de relevancia para Nariño. Las familias, los amigos y los turistas que llegan a la cascada pueden disfrutar no solo del paisaje, sino también de una experiencia en conjunto, que establece lazos de amistad y genera recuerdos inolvidables. La caminata se convierte en una verdadera aventura en la que los participantes se sienten parte del entorno natural que los rodea, creando una sensación de bienestar y armonía.