En un nuevo episodio de violencia en el sur del Cauca, más de 1.000 personas fueron desplazadas tras un ataque con drones cargados con explosivos en el municipio de Argelia.
Varias viviendas de las veredas afectadas fueron destruidas por los explosivos lanzados desde los drones, en lo que parece ser un ataque perpetrado por disidencias de las Farc contra la Fuerza Pública. Este tipo de ataques, cada vez más comunes en la región, generan no solo temor, sino también un gran impacto en la vida de las comunidades más vulnerables.
“La dinámica del conflicto ha cambiado drásticamente. Ya no se trata de combates largos, como sucedía en el pasado, sino de un constante lanzamiento de explosivos de parte y parte, tanto de la Fuerza Pública como de los grupos armados ilegales. En ocasiones, estos explosivos caen en viviendas de personas humildes, lo que obliga a los habitantes a abandonar sus hogares”, destacó el alcalde de Argelia, quien informó que los pobladores de las veredas afectadas se han desplazado hacia el centro poblado de El Plateado, donde se les está proporcionando atención humanitaria y apoyo.
Comunidad
La situación ha causado gran alarma en la comunidad local, que ya había enfrentado anteriormente los horrores del conflicto armado en la región. Las autoridades municipales, junto con organismos humanitarios, han comenzado a brindar asistencia en salud, alimentos y albergue a los desplazados. Sin embargo, la crisis sigue empeorando debido a la creciente inseguridad en el área.
El ataque con drones ha generado fuertes condenas por parte de la Iglesia Católica, que reiteró que este tipo de acciones está “por fuera de toda regla de la guerra”. Los líderes religiosos destacaron que, en un conflicto armado, la población civil nunca debe ser objeto de ataque, independientemente de los intereses de los actores armados involucrados. Este tipo de violencia pone en riesgo la vida de miles de personas inocentes que se ven atrapadas en medio del conflicto.
Situación
En medio de la situación, miembros del Ejército Nacional y la Policía lograron localizar y desactivar una carga explosiva que había sido instalada cerca de una unidad militar en el mismo corregimiento. “Afortunadamente, esta situación la logramos contrarrestar a tiempo. Esto nos permitió intervenir rápidamente para evitar afectaciones tanto al personal militar y policial como a la comunidad local”, indicaron los integrantes del Ejército, quienes continúan con las labores de vigilancia en la zona para prevenir nuevos ataques.
Preocupación
Sin embargo, la tensión sigue siendo alta en la región, donde los desplazados se encuentran en una situación de vulnerabilidad extrema. La comunidad exige mayor presencia del Estado para garantizar la seguridad y el bienestar de sus habitantes. Además, el constante uso de drones como una herramienta de ataque ha generado una nueva preocupación, ya que estos dispositivos permiten a los grupos armados operar a distancia y sin una confrontación directa, lo que dificulta aún más el control del territorio por parte de las autoridades.
Mientras tanto, las autoridades locales continúan con las labores de asistencia humanitaria, pero la situación en Argelia y otras zonas del sur del Cauca sigue siendo crítica. Los líderes comunitarios han hecho un llamado urgente para que el gobierno refuerce su apoyo y proporcione las herramientas necesarias para prevenir más ataques y garantizar que los desplazados puedan regresar a sus hogares en condiciones de seguridad. La paz y la estabilidad en la región siguen siendo una meta lejana, mientras la violencia y el conflicto continúan marcando la vida de sus habitantes.