VIERNES DEL DESGUALANGUE

Por: Jorge Arturo Bravo

¡Vístete bien!, que como te ven te tratan -le dijo alguna vez William Shepesqueare a su hijo-, que lo vio mal vestido, que lo vio, sin duda, desgualangado, como se ve, el día viernes, a muchos, por no decir a todos, los funcionarios públicos, dígase empleados de la alcaldía y la gobernación, hombres y mujeres, y de muchas entidades públicas y privadas; lo mismo sucede con rectores y profesores de las distintas instituciones educativas, en todos los niveles y en todas partes.

No entiendo por qué, el día viernes, los empleados y empleadas, salvo muy pocas excepciones, especialmente de las mujeres que no pierden su elegancia, llegan a su sitio de trabajo, pésimamente vestidos, como lo dije antes, desgualangados, y estos “desgualangados” son los mismos que dicen cuando llega el quinto día de la semana: “gracias a Dios hoy es viernes” y se “visten como les da la gana”.

 Incluso, ya no se trabaja con el horario correspondiente, dizque los viernes se trabaja en jornada continua, por qué ¡carajo!, me pregunto se dan estas disposiciones, que solo perjudica al público, a los visitantes; todo esto hace que se vea supremamente mal, ¡pésimo!

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El día viernes, señores, debe ser considerado como si fuera el primer día de trabajo, como si fuera lunes, cuando se llega a trabajar elegante, con la mejor actitud, con la mejor disposición de realizar un buen trabajo, al menos eso es lo que se cree, pues tampoco nadie sabe cómo se trabaja al interior de las oficinas.

Un viernes al salir de la alcaldía, me encontré una amiga, que llegaba a su trabajo, la saludé efusivamente y le pregunté: ¿Qué, se va cacería?, me respondió ¡Nooo! ¿Por qué?, por la pinta, le dije, es que hoy es viernes, me aclaró. Así sea viernes no debe perder esa elegancia que siempre le ha caracterizado., le dije y terminamos, el breve dialogo.

Jorge Arturo Bravo

El Despertador del Sur